Desea llevarles un momento de felicidad en su día; quien guste apoyar será bienvenido
HERMOSILLO, SON.- Bajo la sombra de un mezquite, en el que las pequeñas hojas fungen como un tejabán, decenas de menores de la Invasión Guayacán acuden a tomar clases, ya que por escasos recursos no tienen la oportunidad de estudiar en lo cálido de su hogar.
Desde hace nueve meses, la fundación Unidos por Una Necesidad inició el proyecto “Escuelita en mi Barrio”, que consiste en dar clases presenciales a niños y jóvenes de educación básica y media superior.
Al contar con más de 30 niños, decidieron festejarles con un pequeño convivio por la tradicional fecha del Día del Niño, donde respetarán todas las medidas sanitarias como a lo largo de todo este tiempo.
Silvia Bedoy, voluntaria en este programa y quien a diario presta su domicilio para que los alumnos y maestras voluntarias impartan en material educativo, invitó a la ciudadanía a apoyarlos en esta actividad.
“Le haremos un pequeño convivio con algunas botanas, juegos y aguas frescas, pero si alguien desea traer piñatas o dulces serán buen recibidos, o bien, algún juguetito”, expresó.
El evento se llevará a cabo este viernes 30 de abril, con una duración de dos horas, tiempo en el que esperan llevarles alegría e ilusión.
“Me llena de emoción el poder aportar un granito de arena a estos niños y poder ayudar a que salgan adelante en sus estudios, verlos felices es mi paga”, dijo.
Las personas interesadas en apoyar ya sea con el festejo, o con el programa educativo, pueden comunicarse al número teléfono 662 542 8712.
Por otra parte, la fundación Unidos por Una Necesidad informó que han sido más de 300 alumnos los que han sido asesorados por diferentes maestras voluntarias que les enseñan a leer, escribir, multiplicar, sumar y dividir.
Explicó que este apoyo surgió en la colonia, al detectar que muchos estudiantes no contaban con televisión, equipo de cómputo o conectividad para llevar a cabo las clases virtuales.
Además, contaron que ya se expandió a otros lugares como la colonia Tres Reinas, Urbi Villa del Prado y en el Poblado Miguel Alemán; los maestros que apoyan lo hacen sin recibir nada a cambio y sólo por amor a su profesión.