Día Mundial del Síndrome de Down: la 'diocidencia' que cambió una vida

HERMOSILLO, SON.- Hace 2 años, un 21 de marzo, pero de 2019, José Ignacio Miranda inició su mañana, por petición de una compañera de trabajo, con un par de calcetines diferentes, símbolo que se utiliza para hacer conciencia del síndrome de Down, día que se conmemora cada año, sin saber lo que le esperaba. Ese mismo jueves por la tarde, la esposa de Ignacio, Brenda, y sus dos hijos, Marcelo y Matías, le dieron la grandiosa noticia de que sería padre de un nuevo bebé. Los días pasaron y todo el proceso de gestación del embarazo fue normal, hasta que el lunes 28 de octubre de 2019 cambió la vida de Ignacio: una pequeña había llegado al mundo. María José nació con síndrome de Down, algo que ninguno de los dos se imaginaba que podría llegar a ocurrir y, aunque la noticia les cayó de sorpresa, no tardaron en agradecer a Dios, pues siempre habían querido tener una niña.

“Luego del parto, al llegar el doctor al cuarto no prendió la luz. Lo recuerdo perfectamente. Son experiencias que te quedan muy grabadas, son noticias impactantes. El doctor nos dijo que la veía bien, luego prendió la luz, se sentó en el sillón y nos empezó a decir que, por sus rasgos, tenía 90 por ciento de probabilidades de que tuviera síndrome de Down. Fue un baldazo de agua fría”, expresó Ignacio.

Propósito de vida El doctor le dijo a la pareja que no había nada que les indicara antes, en el periodo de gestación, que la pequeña viniera con esa condición, pero lo que más le preocupaba a Brenda y a Ignacio era que la salud de la pequeña estuviera estable.

“Creo que gracias a mi tercer hijo, María José, he descubierto por qué estoy en esta vida, para poder dejar un legado y vivir con un propósito: ayudar a construir una sociedad más inclusiva, más empática y poder alzar la voz por las personas con discapacidad, para que tengan las mismas oportunidades y los mismos derechos”, compartió.

Mejoremos Juntos y logremos nuestros sueños Meses más tarde, la fundación Mejoremos Juntos emprendió su camino, nombrada así por las iniciales de María José, la pequeña que cambió la vida de José Ignacio Miranda y le dio propósito a su vida.

“Con la llegada de María José nacen los sueños de que todas las familias tengamos acceso a programas de estimulación para que los niños, niñas y adolescentes puedan ser autónomos y cumplir sus sueños”, agregó.

La fundación Mejoremos Juntos busca acercar a las familias a programas de atención temprana para sus hijos con síndrome de Down, además de crear espacios de inclusión en áreas sociales, educativas y laborales.

“Otro de los sueños es que tengan igualdad de oportunidades, para que dejemos algún día de hablar de inclusión y hablemos de convivencia”, explicó.

Las ‘diocidencias’ de la vida José Ignacio compartió que tiempo después reflexionó con su esposa, y se llevó la sorpresa de que fue un 21 de marzo cuando su familia le dio la noticia de que tendrían un tercer bebé, día en que vestía calcetines diferentes en conmemoración al Día Mundial de Síndrome de Down.

“El día que me dio la noticia fue el Día Mundial del Síndrome de Down y nuestra hija nació con el síndrome de Down. Las ‘diocidencias’ de la vida”, comentó Ignacio.