Educación a distancia no representa ninguna barrera para ellos

Alumnos de una escuela incluyente, ubicada en la colonia San Benito, llevan sus clases virtuales con todos los retos que representa la educación a distancia para adolescentes con discapacidades intelectuales; sin embargo han superado las expectativas.
Fotos: Cortesía

HERMOSILLO, SON.- Alumnos de una escuela incluyente, especial para personas con capacidades diferentes, ubicada en la colonia San Benito, llevan día a día sus clases por medio de plataformas virtuales, con todos los retos que representa la educación a distancia para adolescentes con discapacidades intelectuales.

Los tiempos difíciles motivan a las personas a sacar lo mejor de sí, pese a todas las complicaciones que enfrentan los niños al contar en su casa con múltiples distractores, Nilza Castañeda Morales, directora del centro educativo, reconoció que los resultados del aprendizaje virtual superaron las expectativas.

“Cuando la pandemia comenzó no sabía cómo nos iba a ir, pero siempre confíe en que los chicos se iban a adaptar como todos y así fue. Actualmente ya no requieren el apoyo de sus padres para manejar la computadora y plataforma”, agregó la educadora.

Para la población mundial fue un cambio total en sus rutinas diarias, así como en las formas de interactuar con la sociedad. Los participantes han aprendido a convivir a través de la cámara, realizaron festejos del día del estudiante, cumpleaños y preparan su primer festival navideño online.

“Les ha permitido desenvolverse mejor ante la cámara, antes les daba mucha pena, ahora se desenvuelven como cualquier adolescente de su edad haciendo llamadas y planes por ellos mismos”, comentó con alegría.

Sin embargo, llegar a estos logros no fue tarea fácil, ha requerido de la sintonía de padres de familia, maestros y alumnos, quienes han combatido los diferentes distractores y las necesidades particulares de los menores con distintas condiciones mentales.

“Ha sido muy difícil el poder respetar el ritmo y las necesidades de cada uno de los alumnos, extraño mucho el poder abrazarlos y la convivencia en persona, pero he aprendido que nada es imposible siempre y cuando se tenga buena disposición”.

La educación que se le brinda a cada estudiante es personalizada, depende del tipo de discapacidad que presentan y su ritmo de aprendizaje, por lo que el educar a todos de manera simultánea a través de una pantalla requiere de estrategias que abarquen todos los aspectos.

“Hemos implementado pausas activas para mantener su atención. También buscamos explicaciones sencillas de cada tema, intentamos que sea accesible para todos y la conexión emocional con cada uno para mantenerlos motivados”, comentó.

Nilza Contreras compartió que los niños con discapacidades, contrario a lo que pueden pensar, se adaptan a cualquier cambio y aunque estos meses se restringe tener contacto físico, puede motivarlos a esforzarse y aprender de nuevas formas a través de la pantalla.

“La alegría, conexión y emoción son elementos que siguen demostrando que la pasión por la docencia y el amor por lo que hacemos con nuestros alumnos es más grande que cualquier pandemia”, aseguró.