Empleadas reportan falta de protocolos en empresas contra maltrato y acoso
Empleadas de diversos establecimientos de la ciudad de Hermosillo, señalaron haber recibido malos tratos e incluso acoso por parte de clientes de su actual trabajo, donde en su mayoría no existe un protocolo para abordar dichos incidentes.
Jeniffer Reyes, empleada de un bar, comentó que en la mayoría de los lugares donde ha trabajado, la respuesta por parte de sus superiores ante las agresiones ha sido simplemente un "no le hagas caso".
Asimismo, compartió que en su actual empleo ha recibido varías agresiones verbales de índole sexual y en su mayoría han sido cometidas por hombres mayores que ella.
Por su parte, Ana María Jiménez, empleada de un hospital, señaló que su lugar de trabajo carece de un protocolo para enfrentar este tipo de agresiones.
Explicó que, los clientes a veces llegan al lugar alterados o enojados, lo que genera comentarios desagradables y alzamientos de voz, donde a pesar de esta situación, no se toman acciones para notificar a las autoridades sobre estos incidentes.
Comercio atiende problemática
Por otro lado, Sofia Germán, empleada de una cafetería, cámpartió una perspectiva diferente, puesto que en su establecimiento, existe un plan que implica informar a los superiores sobre la agresión verbal, ya que a menudo los clientes agresivos buscan soluciones a sus problemas de manera inapropiada.
De igual manera, cuentan con la seguridad adicional de la Guardia Nacional (GN) en su locación, lo que ha ayudado a manejar las situaciones complicadas.
En cuanto a experiencias personales, Sofía reveló que algunos clientes han arrojado alimentos a los empleados en la barra o han roto objetos de mercancía, donde la confrontación surge cuando los clientes se niegan a pagar por los daños causados.
“A una ex compañera de trabajo le sucedió una vez que una cliente llegó y le pidió alimento, mi compañera le dijo que este tardaría en salir por la demanda que había en ese momento, la cliente accedió a esperar, no fue hasta que hicieron el llamado de su vuelo cuando empezó el escándalo con gritos y ofensas, mi compañera por querer que tal cliente ya se fuera, se saltó las órdenes que estaban antes de ella y le entregó su alimento para que después, la misma cliente, se lo aventara en la cara gritándole hartas groserías mientras se iba, evidentemente ella comenzó a llorar, no pasaron ni 15 minutos y la misma persona estaba de vuelta en la tienda pidiendo de nuevo el alimento con el argumento de que los del avión la iban a esperar, se le pidió que se retirara de la tienda", comentó.