Hermosillo enfrenta reto hídrico ante baja histórica de lluvias

Medidas urgentes, efectos de la sequía y el futuro del agua.
Desde hace más de 15 años, las lluvias han sido escasas. (Foto: Jesús Ballesteros / EXPRESO)

Hermosillo ha enfrentado cinco años consecutivos de sequía, y desde hace más de 15 años, las lluvias han sido escasas. En 2023, Sonora experimentó la sequía más severa de su historia reciente.

La capital de Sonora tuvo un promedio anual de 330 milímetros de lluvia, pero en el año 2023 sólo se registraron 180 milímetros.

Aunque este 2024 no ha sido tan austero, las precipitaciones siguieron por debajo del promedio, y la temporada de lluvias estaba por terminar.

La esperanza, según Nicolás Pineda, investigador en políticas públicas del Colson, residía en la posible llegada de ciclones que pudieran aumentar el nivel de lluvias.

Por su parte, la Conagua informó que al finalizar el mes de septiembre, las lluvias en Hermosillo no habían alcanzado los niveles históricos en lo que iba del 2024.

Lluvias insuficientes

Según el meteorólogo Gilberto Lagarda, los meses más lluviosos habían estado por debajo de sus registros históricos:

“Junio tuvo un acumulado de .9 milímetros, cuando el promedio histórico para Hermosillo es de 12, en julio que el promedio histórico fue de 34 milímetros, no llegó ni al 30 por ciento y en agosto y septiembre no llegamos ni al 30 por ciento de lo que cae en estas fechas, es bastante bajo”, apuntó.

El pronóstico para las lluvias invernales era igualmente desalentador, sin proyecciones optimistas en cuanto a cantidades de agua, aunque se esperaban algunas precipitaciones.

Causas de la sequía

El maestro en Ciencias, Kevin Galván, explicó que la sequía en México estaba directamente relacionada con el cambio climático y el ecosistema árido de la región. Además, la falta de eficiencia en el uso del agua en Hermosillo había agravado la situación.

Galván mencionó que fenómenos como El Niño habían alterado la temperatura de los océanos y provocado cambios en el clima a nivel global, afectando la cantidad de lluvias.

Crisis hídrica 

El investigador Nicolás Pineda, miembro de la Mesa de Agua de la asociación civil Hermosillo ¿Cómo Vamos?, señaló que la crisis más grave de agua se vivía en los distritos de riego del Valle del Yaqui y el Valle del Mayo, que dependían de las presas Oviáchic y Mocúzari.

En Hermosillo, la dependencia del agua subterránea había llevado al agotamiento de los acuíferos, como La Victoria y la Costa de Hermosillo. Estos depósitos habían sido sobreexplotados, retirando más agua de la que recibían en recarga.

Pineda advirtió que el agua extraída de mayor profundidad tendía a tener menor calidad, con mayores concentraciones de sales y metales pesados, lo que aumentaba el riesgo de sustancias dañinas como flúor, arsénico y manganeso.

Líneas de acción

Ante este panorama crítico, Nicolás Pineda recomendó realizar tres líneas de acción para enfrentar la escasez de agua en Hermosillo:

Oferta y abasto 

  • Construir presas nuevas y convertir El Molinito en presa de almacenamiento.
  • Gestionar cuencas y reducir cultivos de alto consumo de agua.

Consumo

  • Invertir en la red hídrica, medidores y sistemas de telemetría para detectar fugas.
  • Mejorar la eficiencia en la cobranza del servicio de agua.

Reúso

  • Reutilizar 70 millones de metros cúbicos de agua residual para la ciudad, industria y parques.

Por último, el investigador Nicolás Pineda recalcó que no existen estudios suficientes que determinaran cuánto tiempo más podrían seguir siendo explotados los acuíferos que abastecen la ciudad sin agotarse, complicando cualquier pronóstico sobre su sostenibilidad a largo plazo.

Sin embargo, aseguró que con recursos económicos y la voluntad necesaria, se pueden implementar medidas en un mediano plazo que ayudarían a garantizar la sustentabilidad hídrica de Hermosillo en los próximos años.