Mantienen un sazón familiar que va por su cuarta generación

Fundado por Ignacio Cepeda, y administrado por el matrimonio Moreno Romo, los dueños de este local de tacos y tortas en Hermosillo se han ganado la preferencia de los ciudadanos, los cuales han hecho que éste negocio llegue a una cuarta generación en la familia.
La familia Moreno Romo ha hecho de su negocio una tradición familiar. (Foto: Sofía Calvillo/EXPRESO)

Son las 5:00 de la mañana y la familia Moreno Romo ya se encuentra trabajando en la preparación de alimentos para instalarse en la tradicional carreta de “Tacos y Tortas Héctor”, ubicada en la calle 12 de Octubre y avenida María José Mendoza.

Hace casi 59 años, el negocio fue fundado por Ignacio Cepeda Zepeda, quien inició con la venta de tacos y tortas de cabrito, puerco, cabeza, barbacoa de res, así como de frijol.

Francisco Javier Moreno Bracamontes, contó que desde muy joven acudía con su padre a la carreta, para ayudarle a don Ignacio a la venta diariamente, quienes se trasladaban en bicicleta desde El Choyal, al poniente de Hermosillo.

La herencia culinaria le llegó a Francisco Javier en el año 2000, manteniendo el comercio y el sazón de su abuelo por casi 23 años; un trabajo que no ha sido fácil, pero que con el pasar del tiempo tanto él como su esposa, Manuela Concepción Romo Robles, han sabido sacar adelante una familia con el esfuerzo y sudor de su frente.

“Nosotros nos levantamos a las 5 de la mañana a hacer toda la comida, picar la verdura, cargar el pan, sacar la comida del horno, desmenuzarla y luego venirse a trabajar aquí, nos vamos entre doce y una de la tarde, dependiendo del día”, dijo.


Tercera generación

Francisco Javier Moreno representa la tercera generación que ha mantenido “la receta secreta” de la casa, para seguir estando en la preferencia de los ciudadanos, quienes se aglomeran en el puesto que está a la esquina del Mercado Municipal número 2.

Desde hace un par de años se integra la cuarta generación; su hijo Francisco Javier Moreno Romo y su esposa Alejandra Montiel, quienes heredarán este significativo comercio lleno de sabor y tradición.

“Han pasado cuatro generaciones, ahora está heredando a mi hijo y a mi nuera; los nietos ya vienen también a ayudar los sábados y domingos desde hace año y medio”, señaló con gran gusto en su rostro.

Para Francisco Javier Moreno y Manuela Concepción Romo Robles, la labor diaria representa un gran esfuerzo con el que han podido darle estudio a sus dos hijos; hoy en día se encuentran muy contentos de que, después de tantos años puedan cosechar sus frutos.

“Pues la verdad muy a gusto, muy contento de que gracias a Dios y a ustedes seguimos teniendo el mismo punto de tantos años, el problema no es tenerlo, es mantenerlo”, dijo don Francisco Javier.

Por su parte, Manuela Concepción reconoció que ha sido una tarea difícil a la par de educar a sus hijos, pero ha valido la pena cada momento.

“Muy contenta, tuvimos muy buenos hijos, ha sido muy difícil pero le echamos muchas ganas, ahora disfrutamos a los nietos”, manifestó.


Listos para heredar el sazón

Para el matrimonio Moreno Romo es tiempo de pasar la batuta a Francisco y Alejandra, quienes preservarán la tradición gastronómica en Hermosillo.

“Tiene que venir otra generación, con todo el favor de Dios y mantener viva la herencia gastronómica, ellos ya preparan, ya le saben el toque, la medida a todas las carnes”, expresó con una sonrisa en su rostro.

La clave del éxito, a decir de Francisco Javier Moreno, ha sido la constancia así como una buena administración para hacerle frente a los tiempos económicos difíciles.

“Echarle ganas, como todo el tiempo, hay altas y bajas; hay que tener un clavito siempre todo el tiempo cuando vengan las vacas flacas para poder mantenerse en la misma línea y seguir adelante, echarle ganas a todo lo que uno hace”, dijo.