Una deliciosa tradición que pasa de generación en generación
Con más de un siglo de antigüedad, la panadería Modelo es unos de los establecimientos más añejos de la ciudad en este giro, y es ya una tradición entre los hermosillenses.
Lorena Ibarra de Cabanillas, propietaria del establecimiento ubicado en la esquina de Garmendia y Monterrey, comentó que han sobrevivido a varias crisis y el seguimiento de grandes cadenas comerciales.
Cuentan con la experiencia de panaderos con más de cuarenta años dominando este noble oficio, lo cual es una ventaja para lograr el sabor y toque especial a las presentaciones del pan, dijo.
"Hemos sobrevivido a las grandes cadenas comerciales y a la pandemia, así que primero Dios esperemos que esto dure muchos años más y seguir permaneciendo en el gusto de los hermosillenses”, expresó.
Este negocio se fundó a finales del siglo antepasado por allá en el año 1870 con don Alberto Murray que fue el primer dueño de la panadería, y luego se la vendió a don Francisco Ceceña más o menos en 1943, recordó.
“Y él estuvo como un año y en 1946 se la vendió a mi tío Humberto González, al enfermar mi tío en los años cincuentas la tuvo rentada por varios año y en el '76, la retomamos mi esposo Roberto Cabanillas y yo”, mencionó.
Tiene más de un siglo de su fundación, pasó por varios dueños antes de ser propiedad de su familia y desde los años setentas ella se hecho cargo, por lo que el cariño que le tiene a la panadería la mantiene en pie para seguir atendiendo sus clientes, mencionó.
Es una añeja tradición familiar y ahora ella espera que sus hijos Rigoberto, Marcela y Carlos Alberto la continúen, comentó, en temporada alta toda la familia colabora para sacar la producción.
Este año y tras la pandemia de dos años, hay un notable aumento en la afluencia de clientes, tanto de consumidores de antaño y público en general que gusta de esta rica tradición, comentó.
Las roscasComo cada año previo al Día de Reyes, los hermosillenses corren a buscar la tradicional rosca en las panaderías del primer cuadro de la ciudad dónde el rico olor sale hasta la calle.
“Lo fuerte de las ventas son del 4 al 6 de enero, por lo que nosotros nos preparamos con tiempo para atender la demanda de nuestros clientes muchos de ellos de toda la vida, y mucho otros nuevos”, comentó Lorena Ibarra
No hay una cantidad exacta de cuántas piezas diarias elaboran, calculó entre 400 y 600 pues conforme se va vendiendo es que elaboran más, pues la idea es vender producto nuevo, nada de otros días, sostuvo la comerciante.