La Piedra Bola tiene problemas de antaño
HERMOSILLO, SON.- “Eran puros jacalitos que estaban en el monte cuando nosotros llegamos hace 50 años, después el Gobierno dio permiso de empezar a construir y luego luego se llenó”, señaló la señora Dolores Pérez viuda de Carrillo, al hablar sobre el inicio de la colonia Pedregal de la Villa.
Ubicada al sur de la ciudad, entre el barrio ‘El Jito’ y la colonia y Griega y frente a la Emiliano Zapata es uno de los sectores catalogados como antiguos en Hermosillo que nació en los años 70 justo cuando doña Dolores llegó a esta ciudad procedente de Nochistlán, Zacatecas, junto con su familia, integrada por su esposo Felipe Carrillo y cuatro hijos.
“Mi esposo era albañil y no había trabajo allá donde vivíamos así que un compañero de él, le dijo que había trabajo aquí en Sonora y se vino, después le dijo que sí era cierto que había mucho trabajo, así que se vino, primero él solo, estuvo cuatro años, al tiempo fue por nosotros y llegamos a Villa de Seris a rentar una casita”, recordó doña Dolores.
Señaló que en ese entonces la ciudad llegaba hasta el Cerro de la Cruz, y había alguna que otra casa, lo demás era monte y donde es ahora la colonia Pedregal de la Villa había jacalitos, a esta colonia le llaman también ‘La Piedra Bola’ porque uno de los cerros donde está enclavada tiene en la punta varias rocas de gran tamaño en forma redonda.
“La gente empezó a construir sus jacales ahí, sin permiso y cuando el Ayuntamiento vio eso dio autorización y fue cuando compramos un terreno, ya nos tocó muy lejos porque de repente todo se llenó, primero de jacales y después de casas de cartón; mi esposo pidió permiso y empezó a construir pero un cuarto y ese fue el inicio de lo que ahora es nuestra casa”, detalló.
‘No los veían bien’
Comentó que no fue fácil para su familia porque como venían del Sur, la gente ‘no los veía bien’, pero ya después los aceptaron; ya cuando estaban en su casa de Pedregal de la Villa nacieron tres hijos más.
“Además se nos hacía muy lejos, nuestros hijos empezaron a ir a la escuela, a la Gustavo Adolfo Uruchurtu, ahí en Villa de Seris y se tenían que ir caminando porque no había calles, después ya empezaron a trazar las calles y hacerlas y al tiempo empezaron a llegar los camiones y ya se podían ir y venir de la escuela en camión”, expuso.
El agua, agregó, la compraban y la almacenaban, pero tenían que ir hasta el Cerro de la Cruz por ella, ahí había una acequia que la traía del Río Sonora; esto, cuando no había caminos era muy difícil pero una vez que llegó la urbanización ya fue más sencillo.
Uno de los problemas que afecta hoy en día a esta colonia, podría decirse el principal de ellos, es que desde ese entonces, es decir, desde hace 50 años, el pavimento que tiene el lugar es el mismo y ya el paso del tiempo está haciendo lo suyo, comentó Arnulfo Pérez.
“Yo tengo como 10 años aquí y no le han hecho nada al pavimento y hay muchas calles a las que incluso ya se les ha ido como quitando lo que es el concreto, ya no está, es más bien polvo y otras de plano nunca las pavimentaron, y además pues ya hay baches por todos lados”, afirmó.
Baches por doquier
Inés Herrera se quejó de las fugas de agua que hay en la zona que hacen precisamente que los baches se hagan más grandes.
“Reporta uno las fugas y las vienen a arreglar mucho tiempo después, yo creo que por la contingencia o quién sabe y claro el agua va desgastando el pavimento y va creciendo, ya cuando vienen es un gran hoyo”, externó.
La señora Ángeles Castillo comentó que para ella el problema más importante que tienen es que de repente llegan a la colonia los ‘cholos’ de El Jito o los de la colonia Akiwiki que está del otro lado del cerro donde está Pedregal de la Villa y roban, realizan pintas y en general hacen daños en el lugar.
“Aquí es tranquilo pero cuando se vienen los ‘cholos’ entonces sí hay que cuidarse; han asaltado, ha muerto gente aquí, pero no son cosas del barrio sino de gente que no es de aquí y se vienen a hacer sus fechorías a la colonia”, puntualizó.
EXP/LM/EV/SEP/2020