Cempasúchil viste las calles de Hermosillo
Desde mediados de octubre las flores tomaron su ya tradicional protagonismo en las calles de Hermosillo: la ciudadanía busca las esquinas, estacionamientos y rincones donde campesinos del centro del país ofrecen a la venta millones de flores de cempasúchil, mismas que días más tarde adornarán los panteones y los altares que recuerdan a aquellos que dejaron la existencia terrenal.
"Venimos de Atlacomulco. Trabajamos la flor todo el año, la sembramos por esquejes y cuando comienzan a crecer los ponemos en macetas para que vaya agarrando forma y se pongan bonitas. Para octubre ya se está dando salimos al resto del país a venderlas", dijo Luis Cárdenas Mendoza, productor y comerciante de 31 años dedicado al Cempasúchil y otras flores.
De acuerdo con el joven, el producto que se vende en las calles de Sonora, pues también viajan a Guaymas, Obregón y otras ciudades, se cultiva con las manos de unas 350 personas que trabajan un conjunto de hectáreas situadas al norte del Estado de México, una de las zonas más pobladas del país.
Cierran el año con nochebuenas
Las flores viajan en tráileres llenos que contienen, estima Cárdenas Mendoza, millones de ellas agrupadas de 200 en 200 y que se ofrecen al público desde las 7 de la mañana hasta las 11 de la noche: una rutina que perdura hasta pasado el día de muertos. El precio oscila de puesto en puesto, pero se ubica cerca de los 50 pesos por maceta, misma que contiene unas tres o cuatro flores.
El viaje de Luis y del Cempasúchil es similar al que realizan cientos de campesinos todos los años, quienes, además, aprovechan para cerrar el año con la venta de nochebuena, una flor todavía más apreciada por la clientela, y volver a descansar a su lugar de origen cuando se acerca el 25 de diciembre. Es entonces cuando se retoma la siembra para satisfacer la demanda de ornamentos naturales en todo el país, actividad que también contempla especies como la petunia.