Los jóvenes son quien menos preocupados están por el Covid: Encuesta

HERMOSILLO, SON.- En la ciudad de Hermosillo, mientras que los jóvenes se preocupan más por las consecuencias laborales y económicas derivadas de la contingencia sanitaria, las personas mayores dan prioridad a las medidas preventivas para mantener la salud, esto de acuerdo con la encuesta “¿Cómo vamos con el COVID-19?”.

Ernesto Urbina Miranda, director general de Hermosillo, ¿Cómo Vamos?, señaló en exclusiva para EXPRESO que los resultados arrojados por la encuesta permiten observar diferentes comportamientos entre grupos de edad, donde, por un lado -y con matices-, los entrevistados de 56 años o más se toman con mayor cuidado la salud, y por el otro, la población joven se preocupa más por las repercusiones económicas de la pandemia.

Según las cifras del instrumento, donde se encuestó a poco más de 400 personas, 6 de cada 10 hermosillenses que han tenido síntomas relacionadas con el Covid-19 no se han realizado una prueba de detección, pues el 54.9% negó haberse aplicado una, aunque un 22.5% dijo que sí se realizó la prueba y salió negativo.

Sin embargo, quienes más respondieron que no se realizaron una prueba resultaron estar entre los 18 y los 55 años de edad, mientras que el 50% de los encuestados de 56 años o más respondieron que sí se realizaron una prueba y resultaron negativos.

“Hay un dato muy interesante: entre más grandes, más pruebas se realizan, es decir, las personas con 56 años o más son las que se han realizado más pruebas, ahí se concentran los que respondieron que sí se realizaron las pruebas y salió negativo; y el lado contrario, entre más jóvenes, menos se han realizado las pruebas y han sentido los síntomas, los menores de 40 años son los que no se hacen tan frecuente las pruebas, en particular los de 18 a 25 y 26 a 40”, dijo Urbina Miranda.

De igual forma, aseveró que el 85% de los encuestados tienen dudas o no creen en las cifras de muertos o contagios que dan las autoridades, siendo las personas más jóvenes las que creen poco o nada y las personas mayores son más confiadas en dichas cifras.

Precisamente, el 49.2% de los encuestados con 56 años o más dijo creer “algo” en las cifras aportadas por las autoridades, mientras que en el rango de 26 a 40 años, el 38.9% tiene el mismo nivel de confianza y un 37.5% dice creer “poco” en la información que comparte el gobierno.

“Por un lado, la gente de 56 años o más, que puede sentirse, o es una población vulnerable, confían más en las autoridades y están tomando más medidas para prevenir o cuidarse y hacerse pruebas, pero por otro lado, en la afectación en los ingresos, la gente de edad mediana entre los 26 y 55 años, son los que están sufriendo más las repercusiones económicas”, comentó.

Asimismo, quienes más han respetado las indicaciones de resguardo domiciliario son las personas mayores de 56 años (76.2%), mientras que 47% de los jóvenes de 18 a 25 años dice haber cuidado mucho esta indicación y 43.4% confiesa respetar “algo” la medida.

Respecto a la reactivación económica, el 42.9% de los adultos de 56 años o más prefiere que no se realice ninguna actividad para protegernos del coronavirus y el 50.8% prefiere una reactivación económica gradual y escalonada, lo cual contrasta con el 62.5% de los encuestados entre 26 a 40 años que opina lo mismo y un 27.2% que dice preferir que no se realice ninguna actividad por seguridad.

“Las personas que están resintiendo más la parte económica son quienes reportan, un poco más, que se pudieran permitir todas las actividades, incluyendo negocios, escuelas y diversiones, que son la gente de 26 a 40 años”, mencionó, “podemos aproximarnos a que hay dos perspectivas derivados de la edad, y de los riesgos que representan el Covid-19 a estos segmentos de edad”.

Urbina Miranda puntualizó que Hermosillo es una de las capitales más afectadas por la contingencia sanitaria derivada del Covid-19 en términos de decesos, contagios, cierre de empresas y pérdida de empleos, por lo que hay tres elementos a tomar en cuenta para tomar acciones desde los diferentes sectores sociales.

“Lo primero es la necesidad de tener mejores mecanismos de coordinación público-privada que nos permitan tener una reactivación ordenada; la segunda sería promover la toma de decisiones de los gobiernos basadas en evidencias, que incorporen esta visión de la ciudadanía en decisiones robustas que evite una recaída por la pandemia; y por último, reflexionar sobre la situación y el alcance financiero del gobierno municipal”, abundó.

Por tanto, aseveró que al ser una ciudad en crisis financiera, el gobierno municipal ha visto mermada su capacidad de intervenir satisfactoriamente en esta contingencia, por lo que es importante revertir esta situación para darle un mayor margen de actuación en la reactivación económica.