María Emilia vende accesorios; ella emprendió desde los 9 años

HERMOSILLO, SON.- Los negocios dejaron de ser un tema de adultos desde que llegaron las redes sociales. Muchos jóvenes con un espíritu emprendedor y una mente creativa se sienten atraídos al mundo de los negocios y empiezan a vender sus productos.

Ese es el caso de María Emilia, una niña de 13 años de edad que con mucho esfuerzo ha iniciado un negocio de accesorios hechos a mano llamado “Lavanda”.

Empezó vendiendo figuras de porcelana a los 9 años en el trabajo de su mamá y despertó un gusto por los negocios que no ha perdido hasta la fecha. Con la experiencia que adquirió en sus ventas, decidió empezar su negocio de accesorios y bisutería.

“La idea comenzó más que nada para ganarme mi propio dinero, por si se me ocurría comprar algo, yo misma tenía el dinero para comprármelo”, comentó María Emilia.

Con una mentalidad innovadora, María Emilia ha probado vender varios artículos, pero cuando se dio cuenta que las personas se interesaban por los anillos, pulseras y aretes, decidió tomar esa dirección.

“Diseñé mi propio logo, mi biografía, los precios, los colores, yo armé toda la tienda actualizada desde cero. Esto le gustó mucho a la gente y desde ese momento estoy trabajando todos los días”, agregó.

María Emilia se muestra agradecida con el apoyo brindado por su madre, ya que ella le abrió las puertas de su trabajo para empezar a vender sus accesorios y la apoya al momento de entregar pedidos a domicilio.

“Mi mamá desde que empecé me llevaba a comprar el material para hacer los accesorios. También me llevaba a entregar los pedidos ya que yo no puedo manejar por mi edad”, comentó María, mostrándose contenta por el apoyo de su madre.

El entorno de María le ha reflejado vibras positivas a su proyecto. Sus familiares y amigos cercanos están muy orgullosos de que la jovencita aprendiera lo que es el trabajo con tan sólo 13 años de edad.

Al hablar de aspectos creativos, María Emilia se enfoca en lo que está de moda, pero también tiene presente que existe una diversidad de gustos muy grande en la ciudad.

“Me han pedido cosas muy raras, pero a mí me encanta hacer cosas personalizadas y poder satisfacer los gustos de todos mis clientes”, recordó con humor.

María Emilia reconoce que su edad también le ha traído complicaciones, pero con su ingenio y apoyo de su madre ha podido solucionar cualquier problema.

“No puedo tener mucho contacto con la gente por esta pandemia, tengo que mandarle los productos a la gente por medio de una aplicación de entregas a domicilio, además, por no tener edad para tener tarjeta de crédito, los clientes me tienen que hacer transferencia a la tarjeta de mi mamá”, comentó.

La entrevistada está a la espera de que termine esta pandemia para poner a la venta sus productos en una tienda física, pero sabe que las redes sociales han sido una gran herramienta para darse a conocer y llegar a muchas personas.

“Me gustaría motivar a los jóvenes interesados en poner un negocio, que no se den por vencidos y le pongan muchas ganas para que siempre tengan en mente lo que pueden lograr o ganar, ya que la edad no es un factor si tienes las ganas”, finalizó.