Oaxaqueños en Hermosillo luchan por sacar adelante su negocio durante la contingencia

Pese a haber iniciado con el pie derecho, en los últimos tres meses han enfrentado una difícil situación debido a la contingencia sanitaria y el distanciamiento social.
Foto: (Ana Johnson/EXPRESO).

HERMOSILLO, SON.- Minerva Cortés Ruiz y Armando Hernández Agudo, son un matrimonio a cargo de un negocio de alimentos propio desde hace ocho meses.

Pese a haber iniciado con el pie derecho, en los últimos tres meses han enfrentado una difícil situación debido a la contingencia sanitaria y el distanciamiento social.

La propietaria del negocio narró que luego de llegar a Hermosillo hace cuatro años junto con sus hijos Lisandra Cortés y Cristian Javier, procedentes de Oaxaca, y trabajar arduamente, lograron reunir recursos para abrir su propio establecimiento, con el cual obtenían ganancias suficientes para mantener a su familia , no obstante, los meses que ha durado la cuarentena han enfrentado una situación difícil.

Minerva señaló que hubo ocasiones en las que no tuvieron ningún cliente en el negocio de antojitos oaxaqueños, ya que muchos se resguardaron en sus hogares por sugerencia del sector salud, pero para la familia eso era imposible, ya que cerrar el establecimiento no era opción.

Con lo poco que ganaban durante el pasar de los meses, era suficiente para ir al día con los gastos del hogar, los alimentos, los recibos de servicios y la renta del local.

“Íbamos haciéndonos de nuestros clientes gracias a Dios, pero se vino esto y se nos fue abajo todo, no teníamos clientes, mas que uno que otro que llegaba y pues no salía para la renta, ni para para la luz, dos rentas pagamos, para éste lugar y para nuestro cuarto; trabajamos en otro negocio y apenas nos independizamos, venimos de Oaxaca".

Recordó que ella y su familia se vinieron del pueblo por la difícil situación, en la que casi no había trabajo y dependían de la agricultura, sin embargo, al disminuir las lluvias la siembra de maíz no era posible y optaron por viajar a Sonora, donde consideraban que hay mayores oportunidades, sin embargo no contaban con la contingencia.

El mes pasado pensamos en entregar el local porque no salía para la renta, no hay nada; nosotros somos cuatro, tengo una hija que está en la preparatoria y el más chico en la primaria y pues la verdad, los gastos están muy duros”.

La familia tuvo que recurrir a sus ahorros para ir al día con los servicios y el pago de la renta, además de las ganancias que obtuvieron con los clientes que acudieron al establecimiento, quienes pedían su comida para llevar o el esposo de Minerva, Armando Hernández Agudo, se ofrecía a llevarlo a domicilio, aunque señaló que muchos de los clientes llegaron a irse del lugar pues no podían ocupar las mesas, ya que el establecimiento corría el riesgo de ser acreedor a una multa.

Cuando estaba bien el trabajo metíamos seis mesas, pero ahorita, tengo tres para mantener sana distancia, y pues la gente que se quiere quedar a comer los estoy dejando, pero estoy con el pendiente de que lleguen y nos multen porque son caras, y ¿de dónde van a sacar para pagar las multas?”.

Con mucho esfuerzo continúan su labor día a día en el establecimiento de alimentos ubicado en Perimetral Norte 1120, donde a diario ofrecen quesadillas, sopes , trayudas y taquitos con distintos guisos desde alambre, carne al pastor, bistec, frijol negro, chorizo, chicharron, y champiñones.