Omar Gámez Navo: un viaje literario a través de universos infinitos
El disfrute de vivir en un universo que abarca muchos otros fue lo que encontró Omar Gámez Navo en la literatura, un camino que, por cuestiones del destino, lo llevó a familiarizarse con la palabra escrita y a publicar diez obras de su autoría.
Aunque su primer libro, 'En la casa del Patraka espantan', fue publicado en 2004, el 'Navo', como lo conocen en Hermosillo, inició sus primeros pasos en la escritura desde muy joven, inmerso en los fanzines y el rock and roll.
“Participaba con ‘compas’ en el movimiento de rock que se daba al sur del estado, donde hacíamos publicaciones que se llamaban, o llamaban, fanzines. Los hacíamos por allá del 93-94”, señaló.
En aquellos tiempos, el 'Navo' tenía apenas 15 años y asistía a las tocadas, conciertos urbanos de músicos locales. Aprovechaba esas ocasiones para poner a prueba su economía del lenguaje, redactando crónicas para los fanzines.
“Tenía que rifármela; en media cuartilla hablaba de una tocada que duró cuatro o seis horas. No tantas, pero sí duraban mucho. Después, cuando entré a la prepa, hice un fanzine que se llamó El Expresivo. Los compitas me colaboraban y decidimos enfocarnos en el rock. Recuerdo que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional estaba empezando y analizamos ese movimiento”, narró con emoción.
Para Omar Gámez Navo este ejercicio en su adolescencia despertó una conciencia que hasta la fecha sigue presente en su vida diaria como padre, comunicador y, por supuesto, como escritor.
Una experiencia única
A pesar de haber estudiado Ciencias de la Comunicación, su vida estuvo siempre ligada a la literatura. Actualmente, el “Navo” considera que ha leído alrededor de 800 libros a lo largo de su vida, aunque su acervo literario podría ser mayor.
“Por supuesto que los libros cambiaron mi manera de pensar, no la vida, pero sí me brindaron pistas. Siempre hay algo que aprender de los autores. Leer me ayudó a mejorar mi autoestima literaria, esa que te dice si puedes publicar una obra o si debes esperar un poco más”, explicó.
El 'Navo' relató que el ejercicio de la lectura nunca termina. Desde oficios administrativos rutinarios hasta momentos más satisfactorios, como pasar tiempo con su hijo León, a quien le leía cuentos desde pequeño, o disfrutar de un buen libro después de una pesada jornada de trabajo.
A lo largo de su vida, Omar Gámez Navo leyó tanto que tuvo que adaptar su vista con unos lentes. Ahora se adapta a las nuevas tecnologías leyendo libros desde su teléfono, una actividad que disfruta con más intensidad cada vez.