Alma Rosa sigue el legado de su madre
Desde los 17 años de edad, Alma Rosa Piña heredó de su madre el gusto por la cocina, lo que se convirtió después en su principal fuente de ingresos para salir adelante, y que en la actualidad le sirve para deleitar con sus platillos a los visitantes de San Pedro El Saucito.
Como soporte para su familia, Alma empezó a cocinar desde muy joven, pero fue a los 17 años de edad, que apoyó más a su madre para darle de comer a sus hermanos, y de ahí aprendió los platillos de su familia.
"Los tamales de carne y los guisos para los burros los aprendí de mi mamá, y los tamales de elote, esos los aprendí de mi suegra; como a los 17 ya me salían bien los platillos, cocinaba para mí, mis hermanos, mi familia, pues más que nada para ayudarle a mi mamá para cocinar la cena y la comida”, manifestó.
Sus iniciosHace poco más de 10 años comenzó su emprendimiento con una carreta de diferentes tipos de tacos, en la Costa de Hermosillo, sin embargo, por una invitación, se trasladó a San Pedro El Saucito a laboral en un restaurante.
Como en muchos otros casos, la pandemia fue un obstáculo importante, que provocó que perdiera su empleo, y fue en noviembre de 2021, que decidió instalarse por cuenta propia en San Pedro, para iniciar con su vendimia.
“Aquí ya tengo más de un año, fue en noviembre del año antepasado cuando empecé, hasta ahorita me ha ido bien; antes vendía tacos en la Costa, luego nos ofrecieron trabajo aquí en San Pedro y nos vinimos, trabajamos 10 años en un restaurante y cuando me despidieron decidí empezar a vender lo que yo sé, como no fui a la escuela”, comentó entre algunas risas.
En su puesto, Alma Rosa ofrece tamales de carne; tamales de elote dulce y salados; así como burros de papa con machaca; de carne con chile; de chicarrón en salsa verde; chicharrón ranchero; y de frijoles.