De la abstinencia a la gratitud: Fariseos del Coloso Alto cumplen tradición

Lirio Valenzuela Álvarez, goliardo mayor de la comunidad Yaqui del Coloso Alto, señaló que como es tradicional anualmente se lleva a cabo la celebración.
(Foto: Sergio García / EXPRESO)

Los fariseos de la Ramada del Coloso Alto se preparan para lo que serán los días más relevantes de  sus celebraciones tradicionales de Semana Santa, con la que trabajan la sagrada pasión de Jesucristo.

Lirio Valenzuela Álvarez, goliardo mayor de la comunidad Yaqui del Coloso Alto, señaló que como es tradicional anualmente se lleva a cabo la celebración.

"Esta tradición empieza desde que trabajaron nuestros pasados y antepasados las sagradas costumbres, a darles sus mandas, su devoción, desde el inicio de Miércoles de Cenizas hasta el Domingo de Resurrección”, explicó.

Cada uno de los participantes en el ritual tiene que cumplir con un periodo de restricciones para hacer valer la manda, y que los deseos que piden sean tomados en cuenta, contó Valenzuela Álvarez.


“Cada persona, cada padre de familia tiene problemas, y los promete con la Sagrada Pasión que es la que estamos trabajando, es la pasión que vivió Jesucristo”, dijo.

En estos 40 días, quienes llevan la penitencia, no regresan a sus hogares en ese lapso de tiempo, comentó Lirio Valenzuela, en ese tiempo los fariseos duermen en el suelo a la intemperie, además de abstenerse de tomar alcohol y de sostener relaciones sexuales.

“Aquí estamos con la abstinencia, penitencia, devoción, eso es lo que estamos haciendo aquí, aquí estamos en la intemperie, aquí sufrimos muchas cosas, fríos, hambre, pero así es esto; no dormimos con ninguna comodidad, aquí nos quedamos en este lugar, no vamos a las casas, es penitencia pues”, expresó.

Participan más de 600

Año con año son cerca de 600 personas las que participan en estos rituales en la Ramada del Coloso Alto, señaló el capitán de la comunidad quien tiene más de 50 años celebrando esta tradición.


Este fin de semana, los fariseos llevarán a cabo la “Quema de máscaras”, con la que terminan su tiempo de sacrificio, y en la que, según Valenzuela Álvarez, cada uno de los que participaron en esta celebración buscan agradecer que sus deseos se cumplan.