Un centro que lo da todo por las adultas mayores

El Asilo de Fátima Casa-Hogar Esposos Montaño Terán A.C. tiene capacidad para atender a 18 mujeres de la tercera edad que requieren cuidados que en sus casas no les pueden dar.
Foto ilustrativa (Cortesía/EXPRESO).

HERMOSILLO, SON.- El Asilo de Fátima Casa-Hogar Esposos Montaño Terán A.C. recibe, por cualquier circunstancia, a adultos mayores para atenderlos, escucharlos, darles calidad de vida y cuidarlos.

El lugar lleva el nombre de Esposos Montaño Terán desde hace 13 años en honor a esta pareja que le gustaba ofrecer sus servicios y entregarse a las personas de la tercera edad, explicó Selene Moreno, administradora del asilo.

Selene llegó al asilo hace 5 años, un lugar que tiene capacidad para sólo 18 adultos mayores y en el que se reciben mujeres para estancia permanente, y a hombres como temporales, para trasladarlos a otros asilos donde sí están más preparados para atender las necesidades de los varones.

“Son adultos mayores de 60 años en adelante, no hay límite de edad; la mayor tiene 80 años, está lúcida y puedes entablar una conversación con ella”, comentó la administradora.

Buen trato

Selene Moreno agregó que el adulto mayor que llega con ellos está sano, a lo mejor con alguna demencia por las condiciones de edad, pero a fin de cuentas es parte de lo que sufre este grupo de edad.

Además, aunque tienen familiares, viven en el asilo porque ahí reciben un buen trato en comparación de su familia.

“Muchas veces me preguntan ‘¿por qué están ahí si tienen familia?’, y les digo que pueden estar mejor que donde estaban, a lo mejor no por maltrato físico, pero sí psicológico, emocional, económico, de cualquier tipo. Incluso, llegan por su propio pie para pedir información”, mencionó.

Y a pesar de que muchos llegan a pedir información, son pocos los que van entrando, pues detalló que han tenido una lista de espera de hasta 30 personas, pues en el asilo se desocupan lugares por fallecimiento, porque la familia ya puede dar mejor vida al anciano, porque se reconciliaron, un sinfín de posibilidades.

¿Cómo le hacen?

A cada persona se le pide una cuota de recuperación, la cual aportan los mismos familiares en la mayoría de los casos.

Selene Moreno comenta que no todos pueden aportar, pero logran subsistir con ayuda divina y donaciones, para mantener el asilo en función.

“Aparte de la cuota que les pedimos, pues la parroquia se encarga de la luz y es una súper ayuda; también parte de la despensa que entra en misas o celebraciones llega aquí al asilo. Cualquier tipo de donación, medicamentos, ropa, alimentos, artículos de higiene o limpieza, todo es bienvenido a la Casa Hogar”.

“Nos sustentamos de la cuota, pero como no todos son de la misma cantidad, también hacemos actividades de recaudación y tratamos de entrar a convocatorias, le hacemos la lucha en muchos lugares”, comentó.

Actividades para recabar fondos

Selene Moreno agregó que en diciembre realizan una cena para recabar fondos, y buscan siempre ser muy transparentes porque existe gente que “piensa que esto es un negocio o que lucramos con ellos, y para nada, bendito Dios tenemos personas que hacen donativos”.

“Una vez no teníamos leche, y en lo que vine a agarrar mi bolsa para comprar, llegaron a tocar y nos dejaron cajas de leche. Cuando más necesitamos, el de arriba mete las manos y nos llegan las cosas”.

“Teníamos también pleito casado con los del agua, y no sabemos aún quién, pero esta persona hizo un donativo y pagamos cosas; esa vez teníamos que pagar 9 mil pesos, y no te miento, llegaron a dar un donativo de 9 mil pesos. Son historias que me dejan feliz y deseo que Dios les dé más”, expresó.

El día a día

Las residentes se alegran cuando reciben visitas, pues es la mayor necesidad que tienen en el asilo.

Selene comentó que pide servicio, tiempo, voluntarios y convivencia con las personas, es lo más importante.

“Te van a contar la misma historia muchas veces, pero pues eso pedimos, a todas les encanta hablar, hay días donde de repente no tienen ganas […] El recurso humano es lo bueno, muchas veces no pueden convivir, pero pues han ofrecido su ayuda”.

“Por ejemplo con plomeros, albañiles, nutriólogos, cualquier profesión es bienvenida. Nos pasa lo mismo en cocina porque no tenemos una cocinera especial, es el personal que está aquí o que viene para ofrecer su comida”, señaló.

Además de hacerlas sentir bien, ellas tienen aseguradas sus cinco comidas al día, su baño, cambio de ropa, juegos, actividades, tiempo de descanso, pueden salir al gran patio que tienen y también aprovechar los rayos del sol.

“Algo que nos ha caracterizado es ese trato de calidad hacia el adulto mayor, vamos a darles esa calidad de vida que todos merecemos. Viene gente que me dice ‘Es que no la aguanto, no cabe en la casa, no sabes cómo me ha tratado’… Pues sí, pero el pasado pisado y ahorita hay que hacer con lo que tenemos”, comentó.

Como asilo, añadió Selene, tienen la obligación y vocación de ofrecerles a todos una vida mejor, pues muchos llegan por situación de abandono o maltrato y también buscan hacer cumplir sus derechos.

EXP/DL/EV/ABR/2020