Una colombiana en Hermosillo, la experiencia de Madeleine

HERMOSILLO, SON.- Antes de venir de intercambio académico a Sonora le advirtieron del acento golpeador que tienen los sonorenses al hablar, como si estuviera enojado, no obstante eso no fue impedimento para que Madeleine Sarina Ortiz Cano viajara de Colombia a México para estudiar un semestre en la Universidad de Sonora.

Madeleine es estudiante del octavo semestre de la Licenciatura en Medicina por la Universidad de Boyacá, ubicada en la ciudad de Tunja, tiene 26 años y pertenece a una familia de la que se podría decir es tradición ser médico, por lo que es un ambiente que conoce, se siente feliz y afortunada de elegir esta profesión.

“La gente de allá habla muy fuerte y parece que te están regañando, pero no es así, así hablan; al principio sí se siente muy fuerte, pero la gente es muy cálida más que la gente del sur o del centro y acá te tratan como su fueras de las familia, eso me pareció bonito y la experiencia ha sido muy agradable y mis compañeros han estado al pendiente”.

Desde Colombia se ve México como un país multicultural, comenta la estudiante, rico en tradiciones y económicamente estable en comparación a varios países de América Latina, no obstante hay la percepción de ser un país violento y peligroso, aspecto que al llegar de Colombia aseguró “no es como lo pintan”, por lo tanto después de su estancia en Hermosillo visitará la Ciudad de México para recorrer su historia.

Para ella su estancia en Sonora ha sido un crecimiento personal, ha conocido más personas, eso le ha dado el extra de ser más independiente y segura de sí misma y aunque en Colombia no vivía con su familia, el hecho de estar en otro país, estar lejos la ha fortalecido como ser humana y futura profesional de la medicina.

Como otros extranjeros que viven en Sonora o han venido de vacaciones, Madeleine Sarina Ortiz se ha enamorado de su comida sobre todo de los burros percherones y ha adoptado el bacanora como una de sus bebidas favoritas, aunado a esto dijo estar impresionada de la variedad de chiles existentes para acompañar los alimentos, pues en Colombia sólo hay un tipo de picante que es el ají.

“La comida, estoy enamorada de la comida de México, es muy diferente porque en Colombia se come más balanceado y más frutas y verduras y acá más frituras, pero toda la comida que he probado me ha gustado, no hay una sola que no sea así, las coyotas, los burros percherones, los tamales, los tacos”, concluyó.