Velia Rivera cumple 106 años junto a su numerosa familia

Velia Rivera de Dávila festejó sus 106 años, en compañía de sus cinco hijos, 18 nietos y 33 bisnietos
(Foto: Ana Laura/EXPRESO)

HERMOSILLO, Son.- Con las tradicionales “mañanitas” y al ritmo de un gran mariachi la señora Velia Rivera de Dávila festejó sus 106 años, en compañía de sus hijos, nietos y bisnietos que la describieron como una persona que les inculcó valores, de carácter noble y amorosa, pero que también vivió muchos acontecimientos y cambios del país que fueron parte de sus experiencias de vida.

Originaria de Santa Ana, en un pueblo donde vivía de manera tranquila, con todas las libertades compartió su infancia con 13 hermanos, sin duda una familia numerosa y trabajadora de clase media.

Cuando conoció al que sería su esposo, el señor Héctor Dávila, lamentablemente les toco padecer la época de “Los cristeros” en Santa Ana, ya que las iglesias estaban cerradas, las imágenes eran tapadas, por ello se tuvieron que ir al municipio de Magdalena, ya que en esos tiempos no se podían casar abiertamente por la iglesia.

La señora Velia se trasladó a Hermosillo desde el 1957, Su descendencia familiar la procreó al lado de Héctor Dávila quien se dedicó a la venta de carne asada en el restaurante “El molinito”, que falleció a los 77 años. Actualmente la familia está compuesta por sus cinco hijos, 18 nietos y 33 bisnietos. Hasta el día de hoy no tienen dificultades físicas, ni enfermedades y en años pasados tampoco las tuvo.

Teresa Dávila una de sus hijas mayores la describe como una gran mujer, buena madre, una señora muy fina, emocionalmente la ven muy tranquila y hogareña, ya que antes así era lo tradicional, que la mujer no trabajara para estar al pendiente de los hijos.

“Ella siempre ha estado buena y sana hasta que el corazoncito quiera, no tiene dolores, no tiene nada gracias a Dios, nunca fumó nunca tomó, siempre comía a sus horas, ahorita no se restringe de nada”, explicó.

La señora Velia Rivera recuerda a todos sus seres queridos que ya se han ido a lo largo del camino, aun así, a sus hijos no les deja de sorprender que su mamá haya llegado a 106 años, que para ellos es una bendición y que Dios se las haya prestado tanto tiempo.

“Mi mamá es muy apegada a Dios, siempre nos inculcó estar con él, siempre nos llevo por el buen camino, a ser caritativos, todos la vienen a visitar y compartimos bonitos recuerdos con ella”, concluyó Teresa Dávila.