Yolanda Fontes divide su vida entre su familia y su vocación de ayudar

La hermosillense es bombera desde 2013 y lo combina con el núcleo familiar.
Yoli es paramédico de profesión y bombera de vocación. (Foto: Especial / EXPRESO)

Yolanda Alicia Fontes Olivas, bombera de profesión y una amorosa madre y esposa, divide su vida entre su familia y la pasión de ayudar a la comunidad.

La bombera de línea se incorporó al departamento en 2013 para realizar ahí sus prácticas profesionales de la carrera de paramédico, pero se enamoró de la ideología de bomberos y de todas las actividades y servicios que brindan, por lo que decidió quedarse en la corporación.

“Llegué al departamento como paramédico a hacer mis prácticas en 2013, estuve más o menos como dos meses y de ahí ya no me quise ir, en 2015 se me dio la oportunidad de hacer la academia de voluntarios, ahí estuve alrededor de año y medio”, recordó.

Dentro del departamento conoció a su esposo, que también es bombero, se enamoraron e iniciaron una vida juntos, y al cabo de un tiempo dieron a luz a su pequeña hija, quien desde que tiene uso de memoria quiere ser bombero como sus padres.

“Recuerdo que al entrar éramos alrededor de 120 personas y de todas ellas logramos graduarnos 21 solamente, desde que entré siempre me interesó especializarme en Emergencia con Materiales Peligrosos, he logrado hacer cursos de ello aquí, a nivel nacional e internacional”, señaló.


Apoyo familiar

Fontes Olivas recordó que cuando ella le dijo a sus padres que quería entrar al Departamento de Bomberos, su madre mostró temor ante tal decisión, ya que en su familia no hay nadie que se dedique a tan notable labor.

“Recuerdo cuando les dije a mis padres que quería ser bombero, mi mamá no quería, le daba miedo, pero poco a poco comprendió mi trabajo y ahora es la mamá más orgullosa. Mi hija ahorita tiene 4 años y dice que de grande quiere ser bombero como mamá y papá, y nosotros la apoyaremos en lo que ella decida para su vida”, enfatizó.

'Yoli' como la llaman sus compañeros, dijo que junto con su esposo decidió realizar la jornada laboral juntos, para que sus tiempos de descanso sean los mismos y pasarlos junto con su pequeña.

“Los turnos que tenemos aquí en el departamento son de 24 horas seguidas, descansando 3 días, mi esposo y yo tenemos el mismo turno esto para que el descanso nos toque igual y poder pasarlo con nuestra pequeña, mientras nosotros trabajamos, pues recurrimos a mi mamá para que se quede con la niña, mi mamá siempre nos ayuda y apoya”, agregó.