Fue el 2021 un año negro para los migrantes en México, señalan organizaciones
CIUDAD DE MÉXICO.- El año 2021 es un año negro, negativo, de retrocesos en México con masacres como la de Camargo, tragedias y accidentes como el reciente en Chiapas y una creciente militarización de la ruta migratoria, desaparecidos, violaciones y extorsiones, destacaron organizaciones no gubernamentales.
"Hoy, en el Día Internacional de las Personas Migrantes, queremos alzar la voz por todas y todos aquellos que dejan atrás sus hogares, ya sea en busca de un futuro mejor o porque se ven forzados por la inseguridad, la violencia, la pobreza, la falta de oportunidades, el cambio climático o cualquier otra causa, y decir: No están solas ni solos y migrar es un derecho humano. Y a las autoridades de México y Centroamérica: #NoSeamosElMuro".
La Fundación para la Justicia y una veintena de organizaciones expusieron que el afán de contener la migración hacia Estados Unidos, el gobierno de ese país, así como los de México, Honduras, Guatemala, El Salvador y otros países latinoamericanos están endureciendo y militarizando las políticas migratorias, sin medir el costo humano de estas medidas. Consiguiendo con ello que la frontera entre Estados Unidos y México sea ya reconocida como "la más letal del mundo".
El resultado de esto se pinta con números rojos: el año inició y termina con tragedias que involucran a personas migrantes y son reflejo y consecuencia de políticas migratorias fallidas y de la corrupción que sigue siendo una realidad intocada:
- Enero: Masacre de Camargo, en la cual 19 personas –16 de ellas eran migrantes guatemaltecas– fueron halladas calcinadas y donde ha quedado claro el involucramiento de agentes tanto policiales como migratorios.
Diciembre: Tragedia en Chiapas que cobró la vida de 56 personas migrantes y otros muchos resultaron lesionados, tras volcar el tráiler en el que eran transportadas en condiciones de hacinamiento.
Esas son las tragedias más visibles del 2021, pero no hay que olvidar que la tragedia que viven las personas migrantes es dolorosamente cotidiana y muchas veces silenciosa:
Desaparición, ejecución, extorsión, violación, tortura, son algunas de las tantas vejaciones y violaciones a sus derechos humanos; sin que las autoridades de los países de origen, destino y trayecto respondan por ello ni hagan algo para frenarlo.
También recordemos que el tráfico ilícito de personas migrantes, como uno de los negocios más lucrativos, no sería posible sin la participación o tolerancia de las autoridades; ni perdurará si cumplieran con sus obligaciones de prevención e investigación.
Por el contrario, la Fiscalía General de la República ha perpetrado una impunidad sistémica que cimienta las bases de ese flagelo humanitario. La impunidad en el país es casi absoluta, como lo constató el Comité de Naciones Unidas contra las Desapariciones Forzadas, en su reciente visita a México.
Los gobiernos de la región deben coordinarse para diseñar e implementar políticas públicas, que permitan una migración respetando principios internacionales de humanidad, el derecho al asilo, a la no devolución y cumplir los compromisos internacionales asumidos en el Pacto Global para la Migración.