México es número uno en importación de maíz

El país empatará con China en el primer lugar a nivel mundial como importador de este alimento.
México es el principal comprador a nivel mundial. (Foto: Especial / EXPRESO)

Mientras que el nuevo Gobierno federal mexicano busca implementar nuevas acciones para lograr la autosuficiencia alimentaria en maíz en México y otros granos básicos, el país se consolidó y recuperó terreno como importador de este alimento pues este año empatará con China en el primer lugar a nivel mundial en ese rubro.

Y para el año entrante el mercado mexicano será el único que encabezará el ranking, revelan cifras del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) con base en proyecciones realizadas en 127 países.

De acuerdo con los datos, las compras de maíz extranjero de China y México sumarán este año unas 23.5 millones de toneladas, respectivamente, lo que representa un incremento anual del 25.6 y 21.2 por ciento, en ese mismo orden.

Con ello la dependencia alimentaria de México en maíz extranjero escalará a un récord histórico del 50.6 por ciento y en el ranking mundial de esa métrica, del 2023 al 2024, subirá del lugar 52 al 48. 

En contraste, la insuficiencia de China en maíz quedará en 5.9 por ciento, lo que lo situará en el lugar 75 de la misma lista. 

En la presentación de sus 100 compromisos de Gobierno el pasado 1 de octubre, la Presidenta de México Claudia Sheinbaum Pardo (CSP) dijo que su Gobierno se enfocará a garantizar la autosuficiencia en maíz blanco libre de transgénicos y que asegurará el abasto de maíz para con- sumo humano.

Sin embargo, agricultores coinciden en que ahora el desafío del nuevo Gobierno federal será elevar la producción de maíz amarillo del cual, según las cifras oficiales, México importa ya el 47.5 por ciento del consumo total nacional aparente de ese tipo específico de grano.

De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) este año la producción total de maíz en México caerá un 17 por ciento respecto a la del 2023 debido básicamente a la severa sequía que prevaleció en los principales estados productores hasta mediados de año.

Derivado de las caída en las cosechas, las importaciones de grano han ido escalando a niveles sin precedentes.