Mueren 30 borregos envenenados en Sinaloa

En un ejido del municipio de Ahome, Sinaloa, 30 borregos murieron envenenados luego de pastorear en unas siembras de maíz, donde el propietario del cultivo colocó cebo para combatir las plagas de roedores.
Foto ilustrativa

CULIACÁN, SIN.- Cerca del ejido Nueve de Diciembre, en el municipio de Ahome, 30 borregos murieron envenenados luego de pastorear cerca de unas siembras de maíz, en donde el propietario del cultivo colocó cebo para combatir las plagas de roedores, por lo que el dueño de los animales interpuso una denuncia en la Fiscalía General del Estado.

Los datos que se conocen es que el señor Abel Flores, quien se dedica a la engorda y venta de ganado llevó al pastoreo a 45 borregos, en un predio de soca de maíz, sin conocer que el dueño de dichos terrenos había colocado cebos envenenados.

Quince de sus animales lograron ser salvados al solicitar a sus familiares que le llevaran un antídoto para inyectarle a los animales que comenzaron a caer muertos, luego de consumir las socas de maíz que estaban contaminadas con veneno.

Elementos de Protección Civil del Municipio de Ahome verificaron la zona y no encontraron avisos previos de la colocación de cebos con veneno para combatir las plagas de roedores por lo que levantaron actas para sancionar al propietario del predio de siembras de maíz.

También, se dispuso la sepultura de dichos animales, para evitar que aves carroñeras consumieran sus cuerpos y resultaran muertas, como ha sucedido en otros hechos registrados en el estado.

En enero del 2019, en la comunidad de El Amole, en el municipio de Guasave, 37 aves de rapiña y un coyote resultaron muertas al consumir pieles de cerdos mezcladas con veneno para ratas, usadas como cebos para combatir las plagas de roedores.

Los elementos de Protección Civil del Municipio de Guasave certificaron que las aves que resultaron muertas al consumir carne envenenada fueron 30 zopilotes, siete aves, conocidas como Queleles, las cuales por sus características son confundidas con pequeñas águilas; y un coyote, por lo que se abrió una investigación sobre el hecho.

Elementos de Protección Civil del municipio de Guasave e inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) cavaron una fosa larga, en la comunidad de El Mole para sepultar a los animales muertos, a los que les colocaron cal.

Por las evidencias encontradas en ese lugar, se presume que productores agrícolas de la región colocaron tres pieles de cerdos envenenadas para combatir la plaga de roedores, pero los animales de rapiña, como los zopilotes, Queleles y un coyote lo consumieron.