¿Cómo identificar la sordera en niños?

Es importante la detección temprana para lograr una intervención oportuna.
La tecnología de los aparatos auditivos continúa avanzando. (Especial / EXPRESO)

En México, hay alrededor de 2.4 millones de personas con discapacidad auditiva, de las cuales, tres de cada mil nacieron con sordera.

A pesar de que es una discapacidad difícil de prevenir, es importante la detección temprana para lograr una intervención oportuna.

¿Cómo identificar la sordera?

Existen diferentes momentos de la vida en los que se sugiere buscar problemas auditivos, de acuerdo con la audióloga Paola Millán. El más conocido es el tamiz auditivo neonatal, después sigue el tamizaje en edad preescolar a los tres años, posteriormente el tamizaje a los seis años de edad y a partir de los 60 años es recomendable realizarse controles auditivos anualmente.

"El tamizaje más importante es el tamiz auditivo neonatal, desde mi punto de vista", compartió la doctora en entrevista con Marcelo Beyliss para la sección 'Actitud Inclusiva' del noticiero matutino 'Expreso 24/7'.

Esta prueba consta de una serie de pasos para asegurar el correcto funcionamiento del órgano auditivo en el recién nacido antes de los 28 días de edad y comienza con la prueba de emisiones otoacústicas; si el bebé supera la prueba, es indicador de que su oído interno funciona bien y no requiere más estudios, pero si no, se repite la prueba antes de comenzar el protocolo confirmatorio con el gabinete audiológico.

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Cuando se realiza el tamizaje auditivo neonatal, se buscan causas congénitas o factores relacionados con el nacimiento.

"En el embarazo tenemos causas genéticas hereditarias y tenemos causas adquiridas: puede haber alguna anomalía genética o puede venir bien genéticamente, pero por algunos factores como sufrimiento fetal, hipoxia, hiperbilirrubinemia, prematurez, pueden condicionar a que el recién nacido pierda la audición en esta etapa", explicó Millán.

De esta manera, la sordera se divide por grados y por momentos del desarrollo lingüístico. Por grados hay sorderas superficiales, moderadas y profundas, mientras que la discapacidad también se divide en prelingual, perilingual y poslingual.

"Cuando perdemos el oído entre el nacimiento y los dos años se consideran sorderas prelinguales, es decir, perdió la capacidad de escuchar antes de desarrollar habilidades del habla y el lenguaje. Perilinguales es entre los 2 y 5 años y poslinguales después de los 5. Necesitamos escuchar claramente para poder hablar".

Por otro lado, hay casos en los que los jóvenes comienzan a sentir una disminución en su capacidad auditiva luego de sufrir una infección respiratoria grave; sin embargo, usualmente se relaciona con afectaciones al oído medio por cúmulo de moco, problemas de presión o de la ventilación del oído, escenarios en los que hay reversibilidad, por lo que es necesario recibir atención médica para comenzar el protocolo completo y obtener el tratamiento correspondiente.

Envejecimiento del oído

Un aspecto más a tomar en consideración es el proceso natural de envejecimiento. La audióloga destaca que estudios de anatomía y fisiología establecen que el proceso de envejecimiento del oído comienza a la edad de 30 años, ya que este es un sentido que no descansa, está alerta de día y noche y existen distintas circunstancias en la vida que los hacen trabajar más en momentos determinados, lo que explica las estadísticas que exponen que el 30 por ciento de los mexicanos comienzan a presentar problemas auditivos después de los 60 años.

El uso de audífonos, por ejemplo, es uno de los factores que ocasionan desgaste, especialmente los audífonos de inserción por estar más cerca del tímpano y tener un volumen de salida del sonido más alto que el de los audífonos de diadema.

"No nada más tiene que ver con la intensidad de los dispositivos, sino por el tiempo de uso", subrayó la doctora Millán, quien agregó que estos dispositivos no deberían utilizarse más de una hora diaria.

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Basta de estigmas

A medida que avanza la tecnología en distintas ramas, avanza también en los aparatos auditivos, los cuales son cada vez más pequeños y cuyo uso debe normalizarse y dejar de ser un estigma, ya que tienen una función que aporta a la calidad de vida de la persona con sordera.

"Pórtenlos con orgullo, les ayudan, les permiten comunicarse, trabajar, ser seres independientes".

Con relación al término de discapacidad, es utilizado con cualquier lesión, ya sea del oído externo, medio, interno o nervio auditivo; es decir, cualquier parte de la vía auditiva que condicione una disminución en la audición, que suele ser de 40 decibeles en adelante, es considera una discapacidad.

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Por lo tanto, los dispositivos auditivos deben utilizarse desde que existe una pérdida auditiva superficial.

"Si es una pérdida auditiva moderada, severa, podemos hacer uso de auxiliares auditivos digitales. Cuando tenemos sorderas profundas, tenemos auxiliares auditivos potentes, y si estos no son suficientes, entonces tenemos también la tecnología del implante coclear", informó la audióloga. 

Al tratarse de una discapacidad invisible, la sordera suele ser banalizada en edades tempranas, como casos en los que los adultos tardan en identificar las señales expresadas por los niños por percibir que sí escuchan cuando les alzan la voz, pero es importante distinguir "si el niño escucha cuando sopla el viento y se mueven las hojas de los árboles".

¿Trastorno o sordera?

Por último, cabe destacar la relación entre trastornos del neurodesarrollo y la sordera, la cual ha generado cierta confusión. Es trascendental que todo niño que no lleve sus metas del desarrollo del habla y del lenguaje acorde a su edad, comience por ser sometido a una prueba auditiva.

"Hay una condición que se llama otitis media serosa, que es cuando el oído medio se llena de moco. Entonces, son niños que sí escuchan, tú les hablas y voltean, pero no hablan bien, cambian una letra por otra, y para fines prácticos son pequeñitos que escuchan como si estuvieran debajo del agua o detrás de una puerta", por lo que deben pasar por distintos procedimientos para que recuperen su audición normal

En otras palabras, el primer eslabón para diagnosticar trastornos del neurodesarrollo es descartar causas orgánicas que resulten en impedimento para el proceso evolutivo de sus capacidades.