Video | Avión pierde cubierta de motor tras despegar
Un vuelo de Southwest Airlines se vio envuelto en un incidente alarmante este domingo, cuando la cubierta de uno de sus motores, perteneciente a un avión Boeing 737-800, se desprendió y golpeó el ala durante el despegue. El suceso, ocurrido a las 8:15 hora local en el Aeropuerto Internacional de Denver.
El avión, que tenía programado dirigirse a Houston, llevaba a bordo a 135 pasajeros y seis miembros de la tripulación. Afortunadamente, no se reportaron heridos entre los ocupantes de la aeronave. Sin embargo, el incidente obligó al avión a regresar al aeropuerto de origen apenas 25 minutos después de haber despegado.
Tras el regreso a tierra, los pasajeros fueron trasladados a otro avión, que llegó al destino final con cuatro horas de retraso. Este episodio se suma a una serie de problemas enfrentados por Boeing, el segundo mayor fabricante de aviones comerciales del mundo.
Este no es el primer incidente que involucra a un avión Boeing 737. A principios de enero de este año, un panel de una puerta de emergencia se desprendió de un Boeing 737 Max-9 operado por Alaska Airlines poco después del despegue. Aunque este incidente no causó heridos, desencadenó nuevas investigaciones sobre las operaciones de Boeing.
Las investigaciones recientes han revelado una serie de problemas de control de calidad tanto en Boeing como en su proveedor Spirit AeroSystems. Un informe del Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSA) indicó que el panel desprendido del avión de Alaska Airlines no fue instalado correctamente y carecía de cuatro tornillos de fijación.
Estos incidentes se suman a la crisis que enfrenta Boeing desde el fatídico accidente del vuelo 610 de Lion Air en octubre de 2018, seguido por el accidente del vuelo 302 de Ethiopian Airlines en marzo de 2019. Ambos accidentes, que involucraron a aviones Boeing 737 Max, provocaron la muerte de todas las personas a bordo y llevaron a la prohibición de vuelos de la familia de aviones 737 en numerosos países.
Las investigaciones posteriores revelaron que la FAA había adoptado medidas favorables al fabricante durante el proceso de certificación del Boeing 737 Max-8, lo que ha generado una mayor escrutinio sobre la seguridad de los aviones de la compañía.