Fallo informático mundial: Impacto en aerolíneas, bancos y hospitales
Un fallo informático sin precedentes provocó incidencias significativas a nivel mundial el viernes, afectando a aerolíneas internacionales, compañías ferroviarias, bancos, hospitales y empresas de telecomunicaciones. La avería, causada por una actualización defectuosa de un programa antivirus, también impactó las operaciones informáticas de los Juegos Olímpicos de París, según informó el comité organizador, a solo una semana de la ceremonia de apertura el 26 de julio.
La empresa estadounidense Microsoft, en una notificación en su página web, informó que los problemas comenzaron el jueves a las 19:00 GMT y afectaron a los usuarios de Azure, su plataforma en la nube, que utilizan el software de ciberseguridad CrowdStrike Falcon. George Kurtz, director general de CrowdStrike, explicó que el fallo se debió a un defecto en una actualización de contenido para los usuarios de Windows. Aseguró que el problema fue identificado, aislado y corregido, descartando la posibilidad de un ciberataque.
El fallo tuvo repercusiones en varios aeropuertos internacionales, cuyos sistemas de facturación y registro sufrieron interrupciones. En el aeropuerto madrileño de Barajas, los viajeros experimentaron largas esperas. Blanca Arroyo, recién llegada de Colombia, expresó su preocupación por la posibilidad de perder su vuelo a Niza. La entidad que gestiona los aeropuertos españoles, Aena, aseguró que "sus principales sistemas" fueron "restablecidos".
En París, un avión de Air France con destino a Berlín tuvo que regresar después de 45 minutos de vuelo. En el aeropuerto australiano de Sídney, largas filas se formaron frente a los mostradores. Alexander Ropicano, un pasajero, comentó que estaba "en un limbo" sin saber cuánto tiempo tendría que esperar. Las principales aerolíneas estadounidenses, como Delta, United y American Airlines, comenzaron a retomar sus actividades tras suspender vuelos debido a "problemas de comunicaciones".
El tráfico aéreo en Berlín se reanudó parcialmente después de las 08:00 GMT, mientras que aeropuertos como el de Ámsterdam-Schiphol y Hong Kong también reportaron problemas. El aeropuerto de Zúrich en Suiza informó que los aviones podían aterrizar nuevamente tras suspender los vuelos. En cambio, los aeropuertos de Pekín no se vieron afectados.
Además de los aeropuertos, el fallo afectó a hospitales en los Países Bajos, la Bolsa de Londres y el principal operador ferroviario británico. La cadena británica Sky News y la cadena nacional australiana ABC también experimentaron interrupciones en sus emisiones. En Nueva Zelanda, se reportaron problemas en bancos y en los sistemas informáticos del Parlamento.
La magnitud del fallo subrayó la dependencia global de un único proveedor para servicios críticos. John McDermid, profesor de ingeniería de software en la Universidad de York, destacó la necesidad de diseñar infraestructuras resistentes a estos problemas. Aerolíneas como KLM, Ryanair y varias compañías indias, así como Turkish Airlines, también sufrieron alteraciones en sus redes y cancelaciones de vuelos.
Este incidente ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los sistemas informáticos globales y la necesidad urgente de mejorar la resiliencia y seguridad de las infraestructuras tecnológicas.