Jefe policial de Arizona renuncia por la muerte de un hispano
PHOENIX, AZ.- Chris Magnum, jefe de la Policía de Tucson, presentó ayer miércoles su dimisión tras dar a conocer un video en el que un joven hispano, desarmado y esposado, murió a manos de tres agentes a su cargo.
Carlos Ingram López, de 27 años, falleció de un paro cardiaco después de estar cerca de doce minutos esposado y boca abajo, mientras pedía agua de forma repetida, tanto en inglés como en español.
Muy agitado, también pidió socorro a su ‘nana’ o abuela.
El episodio ocurrió el 21 de abril, pero se ha conocido tras un mes de fuertes protestas por los abusos policiales a las minorías raciales por la muerte de George Floyd en Mineápolis.
“No puedo respirar”, repitió varias veces Floyd a un agente, que le asfixió durante casi nueve minutos con la rodilla contra el cuello.
La misma frase pronunció en una ocasión López, cuyos requerimientos de agua y auxilio no fueron atendidos por los guardianes.
Los policías no utilizaron una táctica de ahogamiento, como en el caso de Floyd o en otras tragedias similares, pero se le mantuvo en una posición de detención -tumbado boca abajo, con las manos esposadas por detrás de la espalda- que muchos departamentos de policía desaconsejan por la posibilidad de provocar asfixia.
La autopsia determinó que López murió por una combinación de sujeción física y paro cardíaco con intoxicación por cocaína.
EXP/RED/EV/JUN/2020