Abaten a oso polar en Islandia tras considerarlo una amenaza
Un oso polar fue abatido por la policía en el noreste de Islandia la tarde del jueves, luego de ser considerado una amenaza para una mujer que se encontraba sola en una cabaña de un poblado remoto, informaron las autoridades el viernes.
El incidente ocurrió cuando el animal fue avistado merodeando cerca de la casa de verano, hurgando entre la basura, mientras la propietaria, una anciana, se resguardaba en el piso superior. A través de un enlace satelital, la mujer pudo comunicarse con su hija, quien se encontraba en Reykjavik, la capital del país, y solicitar ayuda.
“La mujer permaneció en la cabaña y estaba consciente del peligro”, señaló Helgi Jensson, jefe de la policía de Westfjords, quien confirmó que otros residentes de la zona ya habían regresado a sus hogares.
Tras consultar con la Agencia Ambiental de Islandia, las autoridades decidieron no trasladar al oso, optando por abatirlo ante el riesgo inminente.
Jensson subrayó que esta no fue una decisión tomada a la ligera. “No es algo que nos guste hacer”, explicó, resaltando la cercanía del animal con la vivienda y la amenaza que representaba para la propietaria.
El medio islandés 'RÚV' publicó el video del oso siendo trasladado tras su muerte. (Captura de pantalla)
¿Cómo llegó el oso polar a Islandia?
Los osos polares no son nativos de Islandia, pero ocasionalmente llegan a las costas del país, transportados por témpanos de hielo desde Groenlandia.
Anna Sveinsdóttir, directora de colecciones científicas del Instituto Islandés de Historia Natural, indicó que en las últimas semanas se han avistado varios icebergs frente a la costa norte del país, lo que podría haber facilitado el arribo del animal.
El oso abatido el jueves es el primero avistado en Islandia desde 2016. Estos encuentros son inusuales, con solo 600 registros de avistamientos desde el siglo IX. Sin embargo, expertos señalan que el calentamiento global ha reducido el hielo marino, obligando a más osos polares hambrientos a acercarse a zonas habitadas, lo que aumenta el riesgo de conflictos con humanos.
Según un estudio publicado en 2017 por la Wildlife Society, entre 1870 y 2014 se documentaron 73 ataques de osos polares en Canadá, Groenlandia, Noruega, Rusia y Estados Unidos, resultando en la muerte de 20 personas y 63 heridos. De esos ataques, 15 ocurrieron en los últimos cinco años del periodo estudiado, evidenciando el creciente riesgo que enfrentan tanto humanos como osos polares debido a la pérdida de su hábitat.