Repuntan decomisos de fentanilo en Tucson gracias a cooperación bilateral
El inicio del nuevo año fiscal en Estados Unidos, en octubre pasado, trajo consigo un notable incremento en los decomisos de fentanilo en la región fronteriza de Tucson, Arizona. Las cifras oficiales indican un alza del 14.2 por ciento en las incautaciones de este opioide sintético, alcanzando casi 20 toneladas, un volumen mucho mayor al de los años anteriores.
De acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), durante octubre se confiscaron 19 mil 395 kilogramos de fentanilo, superando la marca de 17 toneladas registrada en los dos años previos. Este incremento refleja la creciente preocupación de las autoridades estadounidenses frente al impacto de esta droga en la salud pública, no solo en el país vecino, sino en ambas naciones.
Desde México
Según el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones, una de las principales razones que explican el alza en el consumo del opioide es que “se trata de una sustancia psicoactiva 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más potente que la heroína”, factor que sumado a su bajo costo y a una “relativa facilidad” para su fabricación, incide en el mercado ilícito.
Como resultado, el mercado ilícito de fentanilo ha crecido significativamente, afectando particularmente a estados mexicanos como Baja California, Sonora, Chihuahua y Sinaloa, que reportan un aumento en la demanda de tratamientos para personas con adicciones a esta droga.
Este panorama ha puesto de relieve la importancia de la cooperación bilateral en la lucha contra el tráfico de drogas, particularmente en lo que respecta al fentanilo. En abril de 2023, los gobiernos de México y Estados Unidos firmaron una serie de acuerdos bilaterales a corto plazo para fortalecer las acciones contra el narcotráfico.