Venezuela expulsa a embajadora de la Unión Europea
SEGUNDA LLAMADA Esta la segunda ocasión en casi ocho meses que Brilhante Pedrosa es declarada "persona no grata" y el gobierno venezolano ordena su expulsión. En ambas oportunidades las medidas han estado relacionadas con las sanciones impuestas por el bloque europeo a funcionarios y aliados de Maduro. En junio la expulsión quedó sin efecto luego de una conversación telefónica entre el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y el canciller Arreaza. Entonces los diplomáticos coincidieron en la necesidad de mantener las relaciones diplomáticas.
PREFIEREN A GUAIDÓ El miércoles Jorge Arreaza, canciller de Venezuela, lamentó que se impusieran nuevamente sanciones después de que el "año pasado se logró establecer una comunicación estable con el Alto Representante de las Relaciones Exteriores de la Unión Europea"."Generoso fue el presidente Maduro al haber permitido que en Venezuela permaneciesen los jefes de misiones y las misiones incluso de países de la Unión Europea, cuando en febrero de 2019 le desconocieron" como mandatario legítimo de Venezuela, acotó el canciller venezolano en alusión al reconocimiento dado entonces al líder opositor Juan Guaidó, quien como presidente de la Asamblea Nacional se declaró presidente interino en 2019 y fue reconocido por 60 países como gobernante legítimo de Venezuela en lugar de Maduro, argumentando que su reelección en 2018 había sido fraudulenta. Entre los países que reconocieron en su momento a Guaidó como presidente encargado figuran España, Francia, el Reino Unido y Alemania. HAY OTROS EN LA MIRA Poco después, Arreaza entregó "Notas de Protesta firme" a los embajadores de Francia y Alemania, así como a los jefes de misión de España, y Países Bajos. El gobierno de Caracas considera que esos cuatro países europeos orquestaron las nuevas sanciones y "no lo pueden negar, que actuaron con mayor mala intención para fomentar nuevos ataques" contra de Venezuela.
VENEZUELA NO VA BIENVenezuela está hundida en una profunda crisis política, social y económica, que los atribuyen a dos décadas de gobiernos socialistas que han dejado al otrora rico país petrolero en la bancarrota. Venezuela además cursa su sexto año en recesión y su población es azotada por los altos precios de los alimentos y los bajos salarios en un escenario de alta inflación de cuatro dígitos que condena a millones a vivir en pobreza.