Bancos cobran las hipotecas más caras en 11 años
El Costo Total Anual (CAT) de los préstamos para adquirir casa o departamento comprende el cobro de la tasa de interés, comisiones, bonificaciones, seguros obligatorios y gastos por otros servicios.
El Banco de México dio a conocer que el CAT promedio fue de 13.98 por ciento en diciembre pasado y se trata del costo más alto desde marzo de 2012, cuando llegó a 14.18 por ciento.
Hay instituciones que cobraron una hipoteca máxima de 24.81 por ciento, la mayor desde que hay registro disponible, a partir de 2004.
Para determinar los intereses que cobran por los préstamos, los bancos privados utilizan la tasa de Banxico, cuyo nivel ha subido con el objetivo de frenar la inflación, expuso la Condusef.
En septiembre pasado, el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Daniel Becker, aseguró que la banca hace un gran esfuerzo por mantener los intereses y que, mientras la tasa de Banxico se mantuviera por debajo de 10 por ciento, no habría aumentos importantes para los clientes.
Sin embargo, la autoridad incrementó su tasa de 8.50 por ciento a 10.50 por ciento de septiembre a la fecha, y analistas coinciden en que habrá un nuevo ajuste a 10.75 por ciento el próximo jueves, lo que significa un nuevo máximo histórico.
La inflación y las mayores tasas de interés pueden frenar la demanda de hipotecas, pues la población tiene que destinar un mayor ingreso para comprar bienes y servicios de inmediata necesidad, reconoció BBVA.
"La dinámica inflacionaria registrada durante el último año ha mermado el poder adquisitivo de los hogares, quienes se están viendo obligados a priorizar sus decisiones de gasto", señaló el banco privado más grande del país por valor de activos.
Menos vivienda popularBanxico reportó que los préstamos bancarios para comprar viviendas media y residencial aumentaron 4.2 por ciento en diciembre.
En cambio, los créditos para viviendas populares se redujeron 9.1 por ciento y cumplieron siete años y medio disminuyendo de manera consecutiva, ya que no han dejado de reducirse desde agosto de 2015 al restar la inflación.
La colocación de vivienda asequible empezó a caer a mediados del sexenio de Enrique Peña Nieto, tras eliminarse subsidios para adquirir estos inmuebles entre los estratos económicos más bajos, señaló Jorge Paredes, presidente de la inmobiliaria Realty World México.
Detrás de esto, explicó Paredes, también se encuentran el encarecimiento tanto de la tierra como de los insumos para construir, así como las reglamentaciones municipales, que han hecho oneroso y lento el desarrollo de nuevos proyectos inmobiliarios destinados al segmento de interés social.
A lo largo y ancho del territorio nacional, las casas y departamentos tuvieron el mayor incremento de precios de los últimos 14 años, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El alquiler promedio de las viviendas se elevó 3 por ciento el año pasado, mientras que el precio de inmuebles aumentó 2.9 por ciento. La renta y venta de casas no subían tanto desde 2008.
Los precios mostraron una trayectoria alcista debido a un importante rezago habitacional, importantes necesidades de vivienda insatisfechas, baja calidad del parque habitacional y una alta demanda potencial opinó Leonardo González, analista de Real Estate de Propiedades.com.
"Fue 2022 un año lleno de retos y adversidades económicas caracterizadas por una alta tasa de inflación y mayores tasas hipotecarias", dijo a este diario.
Efectos de la pandemiaDestacó también que las materias primas e insumos para edificar se encarecieron, principalmente el cemento y el acero, lo que se trasladó al precio final de los inmuebles.
Mencionó que los costos tuvieron un ajuste posterior a la pandemia debido al teletrabajo y porque los usuarios valoran más la vivienda que antes de la crisis sanitaria.
"Hubo una contracción de inventario en 2022, sobre todo en el segmento de interés social, lo que consolidó el segmento medio", expuso González.
En el caso particular de algunas zonas, como en la Ciudad de México, la expansión de los llamados nómadas digitales, en particular migrantes estadounidenses que optaron por el esquema de alquileres vacacionales a largo plazo, como los que ofrecen plataformas como Airbnb, han generado un alza en los alquileres y el desplazamiento de los residentes locales, así como una nueva línea de desarrollo inmobiliario, señaló.
Desde su perspectiva, las tasas hipotecarias tenderán al alza a lo largo de 2023.