Abarroteros no se ven afectados por nuevo etiquetado en alimentos

Se realizó un sondeo en los abarrotes de la colonia Machi López, en Ciudad Obregón, con el fin de confirmar la implementación de la NOM 051, pero al parecer el nuevo etiquetado no está cumpliendo su propósito.
Fotos por Alejandra Cuen.

CIUDAD OBREGÓN, SON.- En un sondeo realizado por los distintos abarrotes de la colonia Maximiliano R. López (mejor conocida como Machi López) al sur de Ciudad Obregón, con el fin de confirmar con los propietarios la implementación de la modificación NOM 051, se constató que el nuevo etiquetado no parece estar cumpliendo el propósito para el que fue creado.

Ofelia Ceballos, es comerciante desde hace más de 30 años, su local se encuentra sobre la calle Triticali, y consideró que las nuevas etiquetas no han reducido la venta diaria desde que se están implementando, pues muchos clientes ni siquiera se detienen a leer el contenido.

“No me ha tocado que alguien devuelva el producto después de ver las etiquetas; la gente aquí ni se fija en eso. Pienso que es buena idea que se agregue esa información pero la gente no va a cambiar sus hábitos alimenticios así de fácil”, añadió.

Dijo que, algo que sí afectó su economía durante la pandemia fue la demora de los proveedores en reabastecer de insumos su tiendita, pues con la pandemia se iban alargando los periodos para que volvieran a surtirle en muchas ocasiones, por lo que hubo meses en los que contaba con poco producto para ofrecer a la venta.

Además, dejó ver su descontento con la situación de inseguridad que aqueja al sector.

“Ahora aparte de cuidar mi negocio de los asaltantes, también me tengo que cuidar del Covid, limpiar, sanitizar a cada rato, y todavía checar que los productos cuenten con estos nuevos etiquetados”.

 

Otro de los negocios, ubicado sobre la calle Coahuila, es atendido por su propietario “Don Pancho”, quien señaló que las ventas no han sido las mismas desde que empezó esta cuarentena, sin embargo, tenían la esperanza de que se diera el regreso a clases, pues su negocio se encuentra camino a la escuela primaria de la zona, a donde llegaban los alumnos y padres de familia.

“De por sí ya no es la misma sin el ingreso de los alumnos o mamás que llegaban a comprar para el lunch del recreo. Ahora con las etiquetas nuevas, la gente mayor es la que sí toma en cuenta y cambia de opinión cuando miran que tiene exceso de sal, que es a lo que más le sacan la vuelta; los jóvenes no, les vale”, dijo el comerciante.

Son alrededor de seis locales de abarrotes que se encuentra a lo largo de las calles Coahuila y Triticali, de la colonia ubicada al sur de la ciudad, los cuales, concuerdan en que, si bien las etiquetas nutrimentales tienen un propósito positivo, sería imposible que las personas dejen de consumirlos aunque sean malos para la salud.

“Y ni modo de no resurtir esos productos si son los que pide más la gente”, señalaban.