Causa polémica la expulsión de un niño de secundaria de Nogales; ve la razón
NOGALES, SON.- El caso de un menor de edad que fue expulsado de una escuela secundaria debido a su "mal comportamiento" ha causado polémica en Nogales, ya que aparentemente fue víctima de bullying o burlas por un supuesto comportamiento "homosexual" al interior de la institución.
La madre de Miguel, ex estudiante de primer grado de la Escuela Secundaria General Número 2, ubicada sobre el periférico Luis Donaldo Colosio, acusó al personal del plantel por actos homofóbicos y burlas en contra de su hijo.
La señora, de nombre Suleyka, expuso el caso días después de que el niño fuera expulsado, y denunció que no hay integridad para los alumnos ni protección de los maestros, ya que existen faltas de respeto entre los estudiantes y según comenta, el director de la escuela nunca mostró interés por solucionar el problema.
"Todo se originó desde el inicio de curso, cuando los niños regresaron a clases presenciales una semana sí y otra no, el niño me decía que sufría de bullying con sus compañeros y que su maestro de educación física lo permitía, que incluso le decía que era una 'niñita' porque se llevaba con puras niñas", explicó.
Consideró injusto que los niños tengan que juntarse sólo con otros menores del mismo género para evitar ser catalogados y víctimas de bullying, ya que si un niño se junta con niñas o si una niña se junta con niños, los etiquetan.
El personal no ayudó
La denunciante añadió que su hijo es sencillo y noble, algo inquieto pero muy responsable, que no sabía cómo expresarle lo que estaba experimentando en la escuela, que cuando el niño se quejó con la prefecta de la escuela por los problemas que tenía por su supuesto comportamiento, la maestra lo rechazaba y lo amenazaba con que lo iba a reportar a él.
Narró además que fue agredido a golpes por otros niños cuando esperaba el camión en la parada por fuera del plantel, hasta que un elemento de policía que vigilaba el tránsito intercedió y separó detuvo la agresión.
Sin embargo, y a pesar que el personal directivo de la escuela acudió al lugar y se enteró de la pelea, no reportaron el incidente a la mamá hasta dos semanas después, cuando le pidieron que fuera a firmar una carta responsiva donde señalaban que el menor "ya no podía cometer ningún delito más".
"Yo pedí hablar con el Director esa vez, porque el niño ya me había dicho que cuando él se quejaba con la prefecta, lo rechazaba [...], no tenía con quién defenderse y acusó a su maestro de física de expresarse mal, quien lo tacha de su comportamiento homosexual", dijo la mujer.
Consideró que su maestro de educación física, de apellido Durazo, no debía llevarse así con los alumnos ni burlarse de ellos, tampoco sufrir del rechazo de los prefectos.
La señora Suleyka agregó que hasta la fecha, el Director no le ha dado la cara tras la expulsión bajo la razón oficial de la escuela, tampoco por tener una carta de condicionamiento en contra del menor, y que solamente la Supervisora de la zona escolar se había comunicado con ella para ofrecerle reacomodo en otra institución, pero que las cosas se quedaran así, situación que no le pareció.
"No me parece justo, porque es mi hijo y lo mismo pueden sufrir otros niños, he recibido llamadas ya de otras mamás que me felicitan porque expuse el caso, donde sus hijos también sufren del mismo trato homófobo en sus escuelas, es una cosa muy común", comentó.
No procedió la demanda
La mujer acudió al Ministerio Público para exponer su demanda, pero le respondieron que como su hijo no está declarado ni sabe lo que pudiera querer, no da lugar a una posible demanda por discriminación, por lo que pide concientización a los padres, no señalar a los hijos por sus preferencias, sin prejuicios y con valores.
"Que los padres, aunque vengamos cansados del trabajo y de la vida cotidiana, hay que sentarnos 5 minutos para que nuestros hijos expresen lo que pasan, podemos evitar muchos dolores de cabeza y hasta tragedias, hay que escucharlos", comentó.
Fue expulsado por conducta
El caso del menor Miguel culminó con la expulsión de la Escuela Secundaria General 2 debido a los antecedentes en conductas que tenía, con expediente formado por la Trabajadora Social y Prefecta del plantel, donde se presentaban peleas con otros estudiantes, calificaciones bajas y hasta faltas a clases.
Así lo justificó el subdirector del turno matutino, profesor Manuel Galindo Carrasco, quien manifestó que el expediente de Miguel ya contaba con una carta compromiso, ya que había varios reportes de conductas "disruptivas" por parte del niño, tales como peleas, faltas o bajas calificaciones.
Coincidió que el menor tuvo una pelea en la vía pública a la orilla del Periférico y días después, tuvo otra pelea dentro del un salón de clases, contra un niño que en ese momento presentaba un yeso por un talón fracturado y que aun así, pelearon ambos.
“En el caso de Miguel y después de revisar su expediente, boleta y que, sí tenía carta compromiso, se optó por hablar con su mamá y exponerle que sería mejor su ingreso a otro plantel, por sus antecedentes y porque había el riesgo de que su hijo fuera víctima de otra agresión física, lo cual fue aceptado por la señora”, explicó.
No hubo reportes
El maestro Galindo Carrasco descartó malos tratos del personal docente y administrativo del plantel hacia Miguel, e inclusive, tras platicar con él, afirma que la situación de la orientación sexual le pasó inadvertida.
Añadió que la prefecta de primer grado es una persona estricta, y que ni ella, ni el resto de los maestros, ni la trabajadora social, reportaron situaciones por tal tema.
“El despido fue porque ese niño llegó a la mañana, desde el primer día lo reportaban de que no entraba a clases ni cumplía con sus trabajos, que tenía bajas calificaciones, aparte de dos pleitos, ya tenía firmada carta compromiso, lo que derivó su expulsión justificada por el reglamento de la escuela, que hace énfasis en la disciplina de la escuela”, comentó el Subdirector.
Recordó que la escuela es formativa y que se debe respetar la convivencia, el violentar ese derecho con pleitos y conductas erróneas, no se permiten, eso combinado con las inasistencias y falta de trabajo, determinó su expulsión, no por sus comportamientos o formas de ser.