¿Cómo afecta el capacitismo a personas con discapacidad?
Cuando hablamos de discriminación, por lo general pensamos en el racismo o el clasismo. Sin embargo, existe otro tipo de exclusión dirigido especialmente a las personas con discapacidad y del que hoy en día no somos tan conscientes: el capacitismo.
El capacitismo, explicó Gloria Pérez Cosío, activista y especialista en inclusión social, es la ideología que juzga y discrimina a las personas con discapacidad, basándose en su capacidad o incapacidad para realizar ciertas actividades.
“En lugar de ver a estas personas como seres humanos con derechos y dignidad, se les valora únicamente por lo que pueden o no pueden hacer”, explicó en entrevista con Marcelo Beyliss durante el noticiero matutino Expreso 24/7.
La activista y especialista en inclusión social advirtió que esta perspectiva está tan arraigada en la sociedad que a menudo no nos damos cuenta de lo perjudicial que es.
Más común de lo que creemos
Algunos ejemplos de este tipo de discriminación, que la sociedad puede no reconocer de inmediato, son los términos despectivos hacia las personas con discapacidad.
“Términos como ‘sordito’, ‘mudito’ o ‘cieguito’. Estas expresiones, aunque a veces se utilizan sin mala intención, deshumanizan a las personas y las reducen a una sola característica de su identidad”, externó.
Otro ejemplo es la negativa de instituciones, como escuelas o centros deportivos, a aceptar a personas con discapacidad, basándose en la suposición errónea de que no podrán participar plenamente.
“Es un claro acto de capacitismo porque no se toma en cuenta la individualidad de cada persona, ni se evalúan sus capacidades y talentos”.
¿Cómo afecta el capacitismo a las personas con discapacidad?
El capacitismo puede afectar el autoestima y el bienestar emocional de las personas con discapacidad, explicó Perez Cosío, pues ser tratado con condescendencia o ser excluido de actividades y decisiones importantes genera un sentimiento de invalidez y aislamiento.
“Además, el capacitismo perpetúa la idea de que las personas con discapacidad son dependientes o incapaces, lo cual no solo es falso, sino que también limita sus oportunidades de demostrar lo contrario”, agregó.
La activista destacó que para evitar el capacitismo y enseñar a las nuevas generaciones a ser más inclusivos, la clave está en la empatía y en la exposición a la diversidad desde una edad temprana.
“Es importante que los niños crezcan viendo a personas con discapacidad como parte integral de su comunidad, no como algo ‘diferente’ o ‘especial’. En casa, los padres deben ser cuidadosos con el lenguaje que usan y cómo hablan de las personas con discapacidad. En las escuelas, se debe fomentar la inclusión activa, donde los estudiantes con y sin discapacidad participen juntos en actividades y aprendan a valorar sus diferencias”.
Pérez Cosío agregó que también la representación en los medios juega un papel crucial.
“Necesitamos ver más personas con discapacidad en roles protagónicos en la televisión, en las películas, en los libros, para que la inclusión se convierta en la norma y no en la excepción”.
Finalmente, Gloria Pérez llamó a dejar a un lado los prejuicios y ver la diversidad como una fortaleza.
“Mi mensaje es simple pero poderoso: veamos a las personas por lo que son, no por lo que no pueden hacer”, concluyó.