¿Cómo celebran la cuaresma los yaquis y mayos de Sonora?

Después del miércoles de ceniza, cada viernes de cuaresma se realiza la procesión ritual que representa la búsqueda y persecución de Cristo, mientras que fariseos acechan los pasos del hijo de Dios en esta tierra.
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HERMOSILLO, SON.- Después del miércoles de ceniza, cada viernes de cuaresma se realiza la procesión ritual que representa la búsqueda y persecución de Cristo, mientras que fariseos acechan los pasos del hijo de Dios en esta tierra, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Sonora.

En el transcurso de la cuaresma y semana santa se llevan a cabo actividades donde conviven y se conjugan personajes y tradiciones de las distintas comunidades participantes, precisó la dependencia mediante un comunicado, mientras yaquis y mayos siguen esta tradición desde el miércoles de ceniza, grupos como los pimas, warihó y ralámuli realizan sus rituales especialmente durante la semana santa.

Tales celebraciones se realizan en la región del noroeste de México, tanto en Sonora, Sinaloa y Chihuahua, así como también en el estado de Arizona, en los Estados Unidos como un periodo que representa la muerte y resurrección de Jesucristo, informó el Antropólogo Alejandro Aguilar Zeleny, investigador del INAH.

Particularmente entre los yaquis y mayos puede decirse que este ritual no es sólo uno de los más importantes, sino también el de mayor duración, ya que su realización se extiende desde el miércoles de ceniza, toda la cuaresma y semana santa, siendo liberados los participantes de su responsabilidad ritual hasta el día de la Santa Cruz, el dos de mayo”, explicó.

El antropólogo agregó que entre los miembros de la tribu yaqui es tradicional el hecho de que, a partir del miércoles de ceniza, el gobierno tradicional yaqui entrega la responsabilidad de su investidura a la iglesia de cada uno de los Ocho Pueblos Tradicionales, lo que da cuenta de la importancia y significado que tiene para estas sociedades.

Como parte de esta compleja celebración se integran diversos grupos de participantes, cada cual, con actividades y funciones específicas, dando forma a un ejército ritual, destacando la presencia de los chapayekas o fariseos, conocidos también en algunas regiones como judíos, quienes representan un ejército maligno en búsqueda del hijo de Dios”, añadió Aguilar Zeleny.