Registro sin tapadera pone en peligro a los guaymenses en la Fovissste
Samuel Polanco, con domicilio en el andador Yori y calle Cochorit, relató que la mañana del jueves 15 de diciembre se cayó al hueco de más de un metro de profundidad, y alcanzó a detenerse del borde del pavimento con los brazos, no tuvo lesiones, pero sí un fuerte susto, y sobre todo la preocupación de que eso pueda ocurrirle a otra persona que no tenga la misma suerte.
“Llegó un taxi por mí y me subí, cuando había avanzado poquito le dije: espera, me voy a bajar rápido a checar si cerré bien mi casa, pues abrí la puerta del taxi y directito me caí al hueco, no sé cómo pude agarrarme bien con los brazos, nomás me detuve bien, ya que salí el taxista me dijo: oye, te desapareciste, no te vi caminar a tu casa ¿Qué pasó?, y ya le enseñé el registro abierto, nomás peló los ojos y yo le dije: pero estoy bien no te preocupes, ya me caí, ya estoy afuera”, platicó riéndose, porque sabe que fue afortunado de que el incidente no pasara a mayores.
La señora Rosario vive en la colonia Gil Samaniego y explicó que tenía dos años sin ir al Fovissste, y la semana pasada, cuando buscaba una dirección, estuvo a punto de chocar por alcance, pues iba atrás de una camioneta nueva que cayó en el registro y por un momento disminuyó su marcha.
“Me dio lástima ver el carro nuevecito, no alcanzó a sacarle la vuelta y se escuchó el golpazo, él siguió andando, de hecho, le aceleró fuerte porque el amigo se enojó, no creo que haya quedado bien su pick up, está muy peligroso que esté abierto ese hueco, más para los niños, tengo entendido que ya lo reportaron en la CEA y que no han venido”, dijo.
La mayor parte de los baches han sido ocasionados por derrames de agua potable y drenaje que, de manera intermitente, se registran en esa colonia, y apenas la semana pasada dejó de correr una fuga de drenaje en el andador Pótam, después de que los vecinos insistieran ante la Comisión Estatal del Agua (CEA) que hicieran reparaciones, y aun así, temen que el líquido vuelva a brotar.
María vive en el fraccionamiento Arrecifes del sector Guaymas Norte y los fines de semana visita la casa de sus padres en el Fovissste, y aunque ella creció en esas calles que nunca fueron ejemplo de perfección, hoy las define como “una asquerosidad”, sobre todo una fuga de aguas negras que brota en la calle Agianampo, frente al Jardín de Niños Mariano Azuela, desde principios de 2022 y su paso por el pavimento provoca el deterioro del asfalto, además de la insalubridad.
Respecto al registro abierto, se desconoce si la tapadera fue robada por ladrones o si los mismos trabajadores de la CEA lo quitaron para hacer trabajos, y se pide una solución para tapar ese “hueco” que es un peligro para todos los que pasen por el lugar, ya sean automovilistas, motociclistas, ciclistas o transeúntes.