CRÓNICA | La tarde del presidente López Obrador en Hermosillo

lopez obrador hermosilloHERMOSILLO, SON.- Las ansias de ver al presidente, la oportunidad de entregar una petición directamente en su mano o expresar una exigencia a su paso, fueron motivaciones suficientes para que decenas de sonorenses se arremolinaran alrededor del vehículo de Andrés López Obrador en su camino al estacionamiento del gimnasio de la Universidad de Sonora, en donde llevó a cabo su primer mitin en la entidad como mandatario de México.

El titular del Gobierno Federal arribó al Aeropuerto Internacional de Hermosillo a eso de las 17:50 horas, una hora más tarde de lo previsto en la agenda divulgada por el Estado Mayor, aun así, eso no aminoró la asistencia de cientos de personas que lo esperaban en el lugar.

López Obrador llegó a la capital en un vuelo comercial desde Chihuahua y fue recibido por la gobernadora Claudia Pavlovich y por el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, así como por representantes de la etnia Seri, quienes le pidieron apoyo para proteger y divulgar su cultura, así también lo bendijeron con un canto tradicional.

Y sin necesidad de llegar a una tienda de recuerdos, López Obrador salió del aeropuerto con bacanora, un bate de béisbol, collares, cartas y otros artículos hechos con cuero y materiales tradicionales, los cuales iba recogiendo y entregando a sus asistentes mientras salía del edificio.


Manifestaciones

Y llevaba apenas unos minutos en la entidad cuando las primeras de muchas manifestaciones se presentaron ante él a las afueras de la terminal, por una parte, ciudadanos le exigieron disminuir la tarifa de energía eléctrica y que garantice disminuya el precio por el consumo de electricidad en verano.

Exchoferes de la Sociedad Integradora y Concentradora del Transporte Urbano de Hermosillo también estuvieron ahí para solicitar se respeten sus derechos, luego de la requisa de camiones hecha por el Gobierno del Estado.

Exferrocarrileros de Empalme, que no han sido pensionados y que exigen este beneficio desde hace 20 años, también lo interceptaron en el camino; así como docentes y trabajadores de Cecytes y Cobach que están en contra del recorte del presupuesto a los subsistemas de Educación Media Superior.

Por otra parte, cientos de taxistas expresaran sus consignas en contra de la compañía Uber y le solicitaran “sacar” a la empresa de Hermosillo, también hubo quienes le demandaron el libre tránsito por las carreteras internacionales sin el pago de peajes.

Mientras tanto, en las inmediaciones de la Universidad de Sonora, desde las 16:00 horas, grupos civiles y organizaciones sindicales, se fueron reuniendo con lonas, altavoces y pancartas para exponer diferentes asuntos.

Así, entre la amalgama de voces se podían distinguir a docentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) quienes demandaban la reinstalación de maestros cesados debido a la reforma educativa durante la pasada administración federal.

Familias, miembros de la Central Unitaria de Vivienda, marcharon previo al evento y después tomaron la calle por la que haría su llegada López Obrador para pedirle más facilidades para la compra de casas por parte de familias vulnerables.

Asimismo, entre los quejosos estaban los mineros retirados de la Sección 65 de Cananea, así como ciudadanos y militantes de Morena en Guaymas, quienes se hicieron presentes para denunciar el nepotismo de la alcaldesa Sara Valle Dessens y pedirle al presidente haga algo al respecto.

Las pancartas frente al templete también expresaron mensajes para exigir justicia para los afectados del Rio Sonora y la tragedia en la guardería ABC, así como para evitar la venta del estadio Héctor Espino y la Sauceda.

Su llegada al Gimnasio de la Universidad de Sonora

 Al llegar a la capital, el mandatario de México abordó una camioneta tipo suburban blanca, con las mismas características que otros tres vehículos que formaban parte de un convoy que lo siguió a la salida del aeropuerto y hacia la Universidad de Sonora.

Los gritos, empujones, abrazos y jalones, que recibió López Obrador a su llegada y salida de la terminal fueron apenas una muestra de lo que le esperaría a su llegada al evento, cerca de 20 minutos más tarde.

Al momento de llegar al lugar, sobre la calle Reforma, ya se encontraban formados sus simpatizantes, manifestantes, unos pocos detractores y quienes habrían de mantener la endeble seguridad y el casi inexistente orden.

Uniformados, el Estado Mayor y personas vestidas de civil, pero con cierto entrenamiento, intentaron, sin éxito, separar a la multitud del vehículo presidencial, lo que ocasionó caos, caídas de personas mayores y hasta conatos de peleas entre quienes querían acercarse lo más posible a López Obrador y quienes estaban ahí para evitarlo.

Debido a la multitud, el trayecto de aproximadamente 100 metros que debía hacer el vehículo del presidente, desde la entrada del estacionamiento, hasta el punto donde bajaría a saludar a los presentes, duró cerca de 20 minutos.

Entre los invitados especiales figuraron personas con discapacidad y de la tercera edad, muchos de ellos fueron sentados al frente, sin embargo, hubo quienes se atrevieron a esperar acercarse a él y tomarse una fotografía, aun cuando debían batallar para hacerse paso entre la aglomeración y el precio que debían de pagar fuera una caída o algún golpe.

Luego, le siguieron los adultos mayores que se habían quedado rezagados, así como las familias que llegaron al evento con niños pequeños.

EXP/ER/FRU/FEB/2019