Despiden en homenaje póstumo a policías Jesús Navarro y Jorge Galindo
En un ambiente lleno de tristeza, integrantes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal y familiares realizaron un homenaje póstumo para el Director Operativo Jesús Alberto Navarro Velarde y el policía Jorge Alberto Galindo Ayón, quienes murieron en cumplimento de su deber el pasado viernes.
Mientras se escuchaba el toque de silencio y los llantos de tristeza de familias y elementos uniformados, los cuerpos de Navarro Velarde y Galindo Ayón fueron colocados frente al edificio de la corporación para llevar a cabo su último pase de lista.
Fue el elemento Viviano Murrieta quien nombró a los policías caídos y el resto de los agentes gritaron con fuerza “presente”, mientras la mayoría derramaba lágrimas al despedir a sus compañeros de “sangre azul”, como comúnmente se llaman.
Después de que se lanzaron los tiros de salva en honor a los elementos caídos, autoridades municipales tomaron las banderas que estaban sobre los ataúdes y los entregaron a los familias por el heroísmo y trabajo que le dedicaron a la labor policial.
Luego de que los mandos medios de la corporación hicieron la guardia de honor, al final cargaron los ataúdes para ingresarlos a las carrozas y los presentes hicieron sonar los aplausos para despedirlos.
El comandante Navarro Velarde tenía el rango de suboficial, considerado como uno de los más altos de la corporación, era Licenciado en Derecho y actualmente estaba cursando una maestría de manera virtual mientras realizaba sus labores como Director Operativo.
Tenía 18 años y 8 meses como policía activo en la Secretaría de Seguridad Pública de Cajeme, anteriormente estuvo comisionado como encargado del departamento de Dactiloscopía y la Policía Rural.
Jorge Alberto Galindo Ayón tenía el rango de policía, según el registro de corporación contaba con una antigüedad de 17 años y 5 meses.
Actualmente era una de las personas de confianza del Director Operativo, pero años atrás estuvo comisionado a la Policía Rural, la cual se encarga de realizar labores de vigilancia en los campos del Valle del Yaqui.
Ambos elementos dejan en vida a sus esposas e hijos, además de familiares y policías de la corporación que lamentan esta tragedia.