Día del Ingeniero: Raúl tiene conocimientos para la solución de problemas

La ingeniería se encuentra en la cotidianidad, desde un alimento, un edificio, un automóvil y lo más utilizado por la gente, los teléfonos celulares.
Raúl Alberto Baca es ingeniero en control y computación. (Foto: Pablo Reyes / EXPRESO)

El 1 de julio se celebra el Día del Ingeniero y la idea de la conmemoración data de 1973, cuando se gestaron los primeros planes de estudio y textos para las escuelas de ingeniería en América, una disciplina y campo de estudio que consiste en la aplicación de conocimientos científicos para la solución de problemas

Esta última definición la comparte Raúl Alberto Baca, ingeniero en control y computación, quien lleva años dedicándose a la electrónica industrial y comparte un poco acerca de cómo equilibrar la vida de un ingeniero, en su rama que es la electrónica y su día a día.

Raúl egresó de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en 1994, y en ese entonces ya tenía una noción de su campo laboral, pues siendo estudiante tuvo la oportunidad de hacer prácticas ejerciendo la electrónica industrial.

A 30 años de egresar de su carrera, hoy es gerente de su propia empresa.

“En 1995 regresé a Hermosillo, regresé casado por cierto y con un niño, entonces estuve trabajando en lo que era computadoras, entré como ingeniero de soporte en una empresa que se dedicaba a reparar y dar mantenimiento a computadoras, después de ahí estuve trabajando en una empresa de automatización industrial.

“Ahí trabajábamos para planta Ford y otras empresas de la localidad. Después de eso yo estuve trabajando como ingeniero de mantenimiento de plantas automotrices, ahí es donde vemos que una carrera puede ser afín a un mercado grande”, señaló.


Originario de Hermosillo, Raúl decidió ir a Monterrey a aventurarse y estudiar lo que en aquellos años le apasionó. Sin conocer a nadie, se involucró en un viaje de preparación profesional en la facultad, hasta culminar sus estudios y gracias a ello hizo grandes amigos y además conoció el amor.

Primero la familia

Estar siempre con su familia se volvió complicado al volver a Hermosillo en 1995, pues durante un tiempo trabajó en un campo en proyectos de automatización, donde las plantas trabajaban 24 horas y paraban un día a la semana para darles mantenimiento; desde las 4:00 de la mañana salía de su casa hasta culminar un proyecto.

“Ya estoy trabajando en mi propia compañía, yo tengo clientes, ahora lo que hago es reparar equipo electrónico industrial, piezas electrónicas y máquinas, entonces ya acomodo mis tiempos ahora; desde 2015 trabajo completamente independiente, ya puedo acomodar mis tiempos para pasar más tiempo con mi familia”, señaló.

A lo largo de su trayectoria, Raúl ha aprendido a reparar desde tarjetas electrónicas hasta máquinas en plantas industriales, ha podido estructurar sus tiempos para no trabajar jornadas tan largas y poder pasar más tiempo con su familia, además hacer otras actividades de carácter ciudadano.

Como anécdota, Raúl contó que trabajó en el llenado de gas refrigerante en la planta Ford, donde estuvo alrededor de dos semanas con jornadas de 12 horas y culminó el proyecto a tiempo gracias a la coordinación entre ingenieros, compañeros de trabajo, clientes y las compañías.

“Actualmente me toca reparar desde el controlador de un robot, una fuente de poder, una máquina de inyección de plástico, un torno CNC, hasta me ha tocado ir a reparar la máquina que hace las donitas en el Costco”, expresó.

Afirmó que aunque se dice que los ingenieros ven el mundo cuadrado, él lo ve entre ceros y unos, lenguaje de las computadoras; además, envía un mensaje a los próximos ingenieros de que traten de trabajar en la rama que más les guste, porque cuando se hace así, se disfruta y es menos un trabajo.