En seis años, todo podría cambiar por efectos del cambio climático en Sonora
El aumento en la temperatura, la falta de lluvias y la sequía son parte de los efectos del cambio climático en Sonora. De continuar la población con actos nocivos para el ambiente, en seis años los ciudadanos comenzarán a sufrir efectos más drásticos.
Para 2030 el desabasto de agua y calor extremo en el estado podrían ser los temas predominantes que resulten del cambio climático, mientras que en 20 y 25 años se presente el desabasto de energía y fenómenos naturales con mayor impacto en el mundo, aseguró Alf Enrique Meling López.
El profesor del Departamento de Investigaciones científicas y tecnológicas de la Universidad de Sonora (Dictus) agregó que el cambio climático se entiende como el aumento en la temperatura y cambios en los patrones climáticos a largo plazo en el mundo, fenómeno del que no es ajeno Sonora.
“Uno de los principales factores son de gases de efecto invernadero y es causado por los carros, las industrias y todo ese tipo de quema de combustibles fósiles. También es causado por la deforestación en bosques y selvas, el carbón que está guardado en los árboles y en el suelo van a la atmósfera”, explicó
Meling López agregó que los gases de efecto invernadero y las emisiones de carbón se acumulan en la atmósfera y desbalancean el medioambiente en todo el mundo, lo que da como resultado cambios inusuales en el clima.
¿Cómo se manifiesta en Sonora?
El biólogo y doctor en Ciencias con especialidad en Ecología Marina dijo que en el estado se han presentado muchos cambios a lo largo de los años, uno de ellos es el Día de San Juan, pues cada 24 de junio salían las personas a tirar agua pero ahora es una imagen que sólo queda en el recuerdo de los habitantes.
“Hoy es uno de esos pocos años que cayó agua en el Día de San Juan, la falta de lluvias desbalancea mucho al estado reproductivo y la estructura de las poblaciones silvestres que no están acostumbradas a la falta de agua pero le hacen frente a este tipo de situaciones”, mencionó.
Alf Meling detalló que en el Dictus se realizan mediciones de las temperaturas máximas en los meses de julio a octubre y han detectado un crecimiento de 1.8 grados por encima de lo normal, además de un desfase en las temperaturas mínimas registradas.
Además, resaltó otro dato de estudio: los registros sobre lluvia que tienen desde los años 80 forman una curva descendente, la cual tiene una tendencia a disminuir a largo plazo, como consecuencia del cambio climático.
“El desierto de Sonora es uno de los desiertos donde hay dos regímenes de lluvia: una en invierno, que es poca y una en verano, que es mucha y siempre sucede, pero no sabemos dónde llueve ni qué tanto va a llover. Creemos que va a llover y llueve, en otras ocasiones nada, una lluviecita de 50 milimetros que no es nada para muchos ya. Pero a veces están concentradas en algunos lugares, antes sabíamos dónde va a llover y cuándo, ahora no sabemos”, mencionó.
Responsabilidad social es la clave
Las autoridades gubernamentales, así como organizaciones internacionales, han advertido sobre los efectos del cambio climático. Sin embargo, la población debe atender desde sus espacios la cultura ambiental para mantener condiciones de vida para las generaciones futuras.
Urge planeación verde
De acuerdo al investigador Alf Meling, Sonora requiere un proyecto de reforestación a largo plazo. En el caso de Hermosillo, que se atienda la selección eficiente de especies para las colonias, con vegetación que contrarreste el calor y proporcione sombra.