Doña Elisa prepara venta de piñatas para época navideña en Empalme
Desde el patio de su casa en Empalme, cada mes de junio Doña Elisa Pérez Amador comienza a hacer las piñatas que venderá en la temporada navideña, y poco a poco, logra completar unas 250 piezas.
“Hace 30 años vendía juguetes en el tianguis navideño, un día hice dos piñatitas para calar si se vendían ahí, y las vendí, al año siguiente llevé cuatro, y así sucesivamente, hasta que dejé el tianguis y me dediqué de lleno a las piñatas”, platicó.
Después del medio día se sienta a elaborar cuatro o cinco “bolas”, para lo que necesita un globo, trozos de papel periódico y engrudo, hace el trabajo sin prisa, y le gusta iniciar en época de calor para aprovechar el sol fuerte que seca los globos. Tiempo después, su hija Margarita y su nieta Karen les ponen los picos para formar la estrella, que decoran con papel de china y papel metálico.
“Era muy pesado para mi ir al puesto, un día me dijeron ya déjate de esto y me quede haciendo piñatas en la casa, fue por entretenerme y luego se hizo mi negocio, soy viuda desde hace 24 años y con esto me ayudo porque con la pensión que tengo nomás no se hace, pero Dios me ha ayudado mucho, no me puedo quejar”, dijo.
Piñatas llaman la atención en TikTokEn octubre, Karen subió a la plataforma Tik Tok un video de las piñatas, y aunque era muy breve llamaba la atención, sin embargo, por décadas ese negocio no ha requerido publicidad en medios, ya que la gente y las empresas de esta región saben que en esa casa del sector conocido como el Kilómetro 2 venden las piñatas más bonitas, y también los paisanos que visitan Empalme y Guaymas en Navidad, llegan por varias piezas para regresar con ellas a Estados Unidos.
“Cuando más llegan clientes es el mero 23 de diciembre, es la venta fuerte, le gustan mucho a la gente porque piñatas como las de nosotros no hay aquí, el forro figura puras florecitas, lo hacen con corte de papel china y lo van acomodando para que, de las figuras, yo nomás hago las bolas, un globo lleva de ocho a nueve capas y medio kilo de harina, pero están bien duras, batallan para quebrarlas, ya de papel china cada piñata lleva 16 rollos y tres de papel metálico”, explicó.
Doña Elisa tiene 76 años de edad y se despierta a las 4:30 de la mañana porque dice que la cama le cansa. Prepara café, oye los noticieros de radio y su hija ya no le permite hacer tantas labores del hogar, pero le gusta bordar servilletas, tejer y jugar lotería los miércoles con un grupo de amigas del barrio.
“Mi hija ya no me deja hacer nada, mi único negocio es lavar trastes y sacar la basura, los miércoles juego lotería con mis amigas, en diciembre hacemos la posada, ellas llevan dulces y comida, y ya mí me toca la piñata, ahí le echamos dulces y la rompemos”, platicó riéndose.
Además de las piezas de tamaño regular, Doña Elisa, Margarita y Karen hacen piñatas chicas, que compran mayormente profesoras y mamás de niños de escuelas primarias, además de dulceras para las fiestas infantiles.