eMujeres | María Bernal, promotora de las plantas nativas en Hermosillo

Desde niña escuchó a su papá decir que las plantas de los camellones en los principales bulevares de la ciudad no corresponden a especies nativas.
María Magdalena Bernal Grijalva. (Especial / EXPRESO)

HERMOSILLO, SON.- Desde niña escuchó a su papá decir que las plantas de los camellones en los principales bulevares de la ciudad no corresponden a especies nativas.

Este discurso que ha prevalecido durante los últimos 25 años y que en su infancia generó inquietud le ayudó a concluir su tesis profesional.

María Magdalena Bernal Grijalva, hermosillense de 31 años de edad, estudió Ingeniería Civil en la Universidad de Sonora.

Después ingresó a El Colegio de Sonora para efectuar su maestría en Gestión Integral del Agua. En ella pudo comprobar su hipótesis: la vegetación de la ciudad está dominada por especies exóticas.

El aprendizaje obtenido en áreas tan diversas le ha permitido llevar un hilo conductual de trabajos relacionados con la ecología, el cuidado del agua, planeación y urbanización.

Especies nativas vs especies exóticas

María Magdalena visitó de manera aleatoria 112 parques de la ciudad, ubicados en el sector centro y zonas alejadas. Su objetivo era conocer qué tipo de plantas había por lo que decidió hacer un

inventario.

Con esta investigación comprobó su hipótesis, y es que, de todos los árboles contabilizados en los parques, el 73.58 por ciento correspondía a especies exóticas, el restante estaba representado por plantas nativas.

“Aparte me encontré que había muy pocos árboles en los parques. Y algo más de justicia social, que los parques del área centro en donde están las colonias de nivel socioeconómico más alto, los parques estaban mejor cuidados, más grandes, con más arbolado; a comparación de los parques que estaban ya más a las orillas de la ciudad, que eran más chiquitos, con menor cobertura vegetal y desprovistos de mucha infraestructura social”, resaltó.

Con la premisa de que Hermosillo está dominado por especies exóticas, y cuyo consumo hídrico es mayor, analizará de qué manera se podría revertir esta problemática desde las políticas públicas que promueven los gobiernos en todos los niveles, especialmente en el municipio.

Políticas públicas equivocadas

La estudiante sostiene que en Hermosillo el Gobierno municipal promueve la plantación de especies exóticas como si fueran de bajo consumo hídrico, además, estos árboles son más propensos

a enfermarse de pudrición tejana.

“Los encargados de reforestar muchos parques y áreas verdes son los gobiernos, es el Ayuntamiento; ellos son los que eligen el tipo de vegetación que va a haber y son los que de cierta manera han creado este problema”, aseveró.

Como solución propone la implementación de candados para que la gente adquiera plantas nativas, y la urgente aplicación del reglamento de  la Ley Árbol, con la que asegura cambiarán muchos aspectos ecológicos en la ciudad.

“Un árbol no se debe talar si no tienes permiso del Ayuntamiento, y ahí dice con cuánto se va a multar”. “Otro problema que yo veo es que vas a los viveros y entras a una selva; llegan los tráileres del sur del país a vender aquí la plantas de allá; es muy raro ver en los viveros especies nativas, hay pocas; antes había menos”, reflexionó.

Investigación con riesgos

Magdalena narró que durante el levantamiento del inventario sobre especies vegetales de Hermosillo, siempre estuvo acompañada por su papá. Como ingeniero agrónomo, conocía el nombre científico de las especies, información necesaria para el registro y que ella desconocía por ser ingeniera civil.

A pesar de no estar sola, percibió riesgos en ciertos sectores de la ciudad. “Nos íbamos los domingos desde la mañana hasta la tarde; contábamos y hacíamos el inventario de todos los árboles

de los parques, pero sí resultó ser peligroso.

Me encontré que en parques había gente fumando mariguana; la primera vez no me di cuenta y estaba tomando fotos, pero no sé si ellos se sintieron incómodos; rápido me fui con mi papá.

“También me encontré en parques a personas en situación de calle, pero alcoholizadas y de cierta manera me molestaba y de ahí me tenía que ir rápido con mi papá. Yo por ese lado sentí mucha protección porque fui con mi papá, pero si yo hubiera realizado sola el trabajo de campo, hubiera sido más difícil”, recalcó.

Se requiere mayor compromiso

A María Magdalena Bernal Grijalva, desde niña, las construcciones llamaban su atención. Cuando se topaba con obras en casas o escuelas, ver trabajar a albañiles y cómo de la noche a la mañana levantaban proyectos, todo eso causó una gran fascinación y por ello, ingresó a la carrera de Ingeniería Civil.

“Cuando entré éramos el 20 por ciento de mujeres, pero de igual manera me tocó estar en salones donde de 40 estudiantes, sólo había dos o tres; creo que actualmente ya hay más”, mencionó.

Hace nueve años egresó y ahora ve muy cambiada la vida universitaria en esta área. Siente que el acoso hacia las mujeres ha disminuido y que la presencia de las féminas en esta carreraaumentó.

“A veces se decía que no podías usar falda o shorts, puros pantalones. Las mujeres teníamos que usar puros pantalones por el acoso que se vivía; ahora vas a la escuela y es sorprendente ver que hay muchas mujeres, que ya se visten de una manera muy diferente a como nos vestíamos nosotras”, comentó.

Hoy en día estudia el doctorado en Ciencias Sociales en la Dirección de Políticas Públicas en El Colegio de Sonora. Aunque su formación académica superior y posgrados son diferentes, ha sabido unir todos los conocimientos y aplicarlos en sus proyectos de investigación.

“A las mujeres yo les diría que sigan estudiando; realmente es muy difícil; yo admiro a las mujeres que trabajan y tienen hijos. Sin embargo, la academia es muy noble, prácticamente estás

trabajando para ti porque tú te estás cultivando; te pagan, pero estás trabajando para ti, no para alguien más”, enfatizó Bernal Grijalva.

Convencida de que hay más conciencia ambiental que antes, considera que las asociaciones que se encargan de reforestar árboles los fines de semana realmente están comprometidas con la

causa, aunque se requiere un mayor esfuerzo del resto de la población y las autoridades.