eSOS | Un roedor de la pradera que casi desaparece
HERMOSILLO, SON.- El perrito llanero de cola negra (Cynomys Ludovicianus) es una especie que dentro de la norma oficial mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 aparece como amenazada (A), pero desde hace unos años en Sonora no existen avistamientos del también llamado perrito de la pradera.
En México existen dos especies, el perrito llanero mexicano (Cynomys Ludovicianus mexicanus), que habita en los estados de Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí y Zacatecas, que dentro de la Norma Oficial Mexicana está clasificado en peligro de extinción (P); y también está el perrito llanero de cola negra, que habita en Sonora y Chihuahua.
Los perritos llaneros de cola negra y mexicanos son tan semejantes, que en ocasiones no se distingue diferencia alguna.
Disminuye su población
Raúl Molina Ocampo, director de Planeación Ambiental de la Comisión de Ecología y Desarrollo Sustentable del Estado de Sonora (Cedes), informó que durante los últimos años la población de perritos de la pradera en la entidad fue disminuyendo de manera alarmante.
Precisó que el perrito de la pradera se tenía localizado al noreste de la entidad, por rumbos de Cananea y Agua Prieta, específicamente en los lugares conocidos como Las Palmitas y La Mesa.
Sin embargo, reveló que los censos realizados en 2012 y 2013 dejaron ver una disminución alarmante en la población de esta especie de roedor, situación que en vez de mejorar, empeoró.
“Es muy preocupante porque en el año 2012 en ‘Las Palmitas’ se contaron mil 400 ejemplares y al siguiente año se contaron únicamente 200 animales, mientras que en 2012 en ‘La Mesa’ se contabilizaron mil 76 ejemplares y en 2013 sólo 177, entonces la caída es muy drástica”, detalló.
Harán monitoreo
Molina Ocampo señaló que en 2016 se acudió a esos dos lugares y no se observó la presencia de perritos de la pradera, sólo sus madrigueras vacías, totalmente inactivas, es decir, sin rastro reciente de la presencia de los llamados perritos de las praderas.
“No ha habido avistamientos, fuimos en 2016, encontramos madrigueras inactivas con vestigios de que no se habían utilizado, vamos a ir de vuelta a mediados de la primavera, vamos a ir a esos dos predios (Las Palmitas y La Mesa) y también a un tercero que se co- noce como Los Fresnos, donde haremos un monitoreo”, apuntó.
Esta situación, dijo, resulta más que preocupante, toda vez que cabría la posibilidad de considerar una migración de esos mamíferos de su zona de riesgo a otra región, o incluso de la migración de territorio sonorense, toda vez que todavía no se puede hablar de una extinción porque aún hay ejemplares en Chihuahua y en Arizona.
“Existe una preocupación nacional de los que nos dedicamos a la conservación de la biodiversi- dad porque no hemos visto desde hace años animales (perrito llanero de cola negra) en sus zonas de distribución y por eso vamos a hacer un último intento en esta primavera”, expresó.
La amenaza
El funcionario de la Cedes consideró que son varios los factores que han llevado a que el perrito llanero esté disminuyendo, o en su caso, haya desaparecido en la entidad, entre ellos la pérdida del hábitat al crecer los espacios urbanos, y la sequía, esta última causante de incendios.
Señaló que históricamente se ha considerado al perrito llanero como una especie de competencia para el ganado doméstico, al alimentarse del pasto y al hacer madrigueras en las que caen las vacas, motivo por el cual a través de los años, los ganaderos fueron haciendo varias prácticas para erradicarlo.
Otro de los factores que han propiciado la disminución del perrito llanero de cola negra en Sonora, dijo, es que hay personas que capturan a este animalito para tenerlos de mascotas o incluso, para otros fines.
Y qué decir de sus depredadores naturales, entre los cuales sobresale el coyote.
Pero también es cazado por algunos felinos como el puma y el gato montés, también conocido como lince.
EXP/BB/EV/MAR/2020