Esto es lo que opinan estudiantes universitarios de las clases en línea
HERMOSILLO, SON. - La forma de impartir clases sufrió un cambio radical a raíz de la pandemia iniciada en marzo de 2021. Las clases presenciales fueron sustituidas por clases virtuales y alumnos y maestros de todo el país tuvieron que adaptarse a este cambio.
Alumnos de distintas escuelas destacan que los cambios no solo fueron académicos. Actividades deportivas y culturales, cambios de humor y otras situaciones extraescolares, son las que destacan los estudiantes de la ciudad, que fueron los protagonistas de esta adaptación.
A través de una cámara y prestando atención a las indicaciones de los profesores fue la nueva realidad académica de los estudiantes de la ciudad. Un comedor, un sillón o hasta una cama fueron los encargados de reemplazar los mesabancos y pizarrones a raíz de la presente emergencia sanitaria.
“Al principio fue difícil porque era una nueva forma de trabajar que ni alumnos ni maestros estábamos acostumbrados”, comentó Luz Romero, estudiante de ingeniería en materiales en la Universidad de Sonora.
Luz Romero. Cortesía
Fallas en la conexión, temáticas complicadas y problemas en la comprensión de los alumnos, son algunos de los problemas que destacaba Luz sobre su proceso de adaptación a las clases en línea.
“Algunos de los beneficios que pude apreciar fue que podía ahorrarme el transporte y que podía aprovechar más el tiempo desde mi casa”, añadió Luz.
En algunas carreras la situación era más compleja debido a que son clases prácticas que necesitaban ejemplos para realizarse correctamente.
“Hay clases que podrían hacerse virtual debido a que no llevan tanto enfoque en realizar ciertas técnicas y si explican de la manera adecuada, pero por otro lado es necesario tener clases presenciales para poder realizar actividades y prácticas que son necesarias para comprender los temas”, comentó Jessman Acuña, estudiante de la carrera de fisioterapia.
Los estudiantes entrevistados coinciden en que estudiar desde sus casas era cómodo, pero que muchas clases no quedaban claras para los compañeros, por lo que surgían dudas constantemente.
Otro de los problemas que surgieron a raíz de este cambio de sistema en la forma de dar clases, fue que algunos alumnos tenían la intención de continuar sus estudios mediante un intercambio y esto fue frenado por la pandemia.
Actividades extracurriculares también se tuvieron que adaptar o cancelar para evitar poner en riesgo a los estudiantes.
“Las actividades extracurriculares que yo realizaba eran dentro de la sociedad de alumnos de mi carrera y tuvimos que cancelar muchos proyectos. En el mes de abril yo solía utilizar la alberca de mi campus para entrenar, pero por la pandemia no se pudo. Asimismo, el gimnasio donde entrenaba cerró sus puertas”, comentó Ana Elsa García, estudiante de Licenciatura en Administración y estrategia de negocios en el Tecnológico de Monterrey.
Con el paso de los meses, los alumnos y maestros de la ciudad lograron acostumbrarse a esta alternativa para poder brindar educación de calidad, y en base a su experiencia, surgieron recomendaciones para poco a poco mejorar las formas de enseñanza.
“Me gustaría que se encontrara una manera de reducir las horas en las que estamos pegados a los dispositivos electrónicos, ya que resulta muy cansado”, opinó Ana Elsa sobre que le cambiaría a las clases en línea.
La llegada de las clases virtuales fue repentina para instituciones educativas, maestros y alumnos, pero fue la alternativa más segura pensando en los protocolos de salud y en el bienestar de todo el personal y alumnado de cada universidad.