Gobierno de Sonora monitorea flujo migrante tras fin del título 42

El titular del ejecutivo comentó que no es necesario extrapolar los problemas que han sucedido en Chihuahua, Tijuana y Matamoros, por otro lado la preocupación es que los migrantes transiten por rumbos peligrosos para ellos por el calor y clima desértico.
Alfonso Durazo, gobernador de Sonora. (Foto: Archivo / EXPRESO)

El Gobierno de Sonora monitorea el fenómeno migrante que ha generado el fin del título 42 y hasta el momento, no hay un flujo de migrantes que sobrepase las capacidades de la entidad para brindarles atención humanitaria, informó Alfonso Durazo Montaño.

El titular del ejecutivo comentó que no es necesario extrapolar los problemas que han sucedido en Chihuahua, Tijuana y Matamoros, por otro lado la preocupación es que los migrantes transiten por rumbos peligrosos para ellos por el calor y clima desértico.

"Nuestra preocupación es que los migrantes pudieran terminar utilizando la ruta de Sonoyta y nos preocupa porque es la más critica en términos de temperatura y cruza un desierto que pudiera llevarlos a una zona al margen del alcance de las instituciones que luego les prestan algún apoyo o respaldo", comentó el mandatario.

Coordinación

Agregó que están trabajando en una gran coordinación todas las autoridades del país, Las estatales en el consejo estatal de atención a migrantes y de forma muy estrecha se coordinan con las autoridades norteamericanas en la frontera.

"Puedo decir que en este momento, tenemos capacidad en los albergues para el flujo que se está presentando y el monitoreo lo estamos haciendo con el instituto nacional de migración y con las autoridades americanas, particularmente con CBP estamos en capacidad plena para atender a los migrantes" agregó Durazo Montaño.

El mandatario compartió que en el estado hay una red de 11 albergues los cuales se encuentran al 50% de su capacidad, además de estar listos para brindarles la atención humanitaria que los migrantes necesiten en su paso por el estado.

Exhortó también a que los migrantes transiten por la ruta que ya tengan definida y que no la cambien cuando crucen por el estado, para evitar algún riesgo.