Impulsan en la entidad prácticas agrícolas sustentables: Cimmyt
Agricultores del sur de la entidad impulsan la práctica agrícola sustentable que permite reducir los costos de producción y cuidar la salud del suelo.
Al respecto, investigadores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt) muestran una amplia evidencia que convierte a esta tecnología en parte del menú tecnológico sostenible para Sonora.
La agricultura de conservación es un sistema de producción sustentable basado en tres compo- nentes básicos: mínima labranza, cobertura permanente del suelo y diversificación de cultivos. Las camas permanentes son una forma de minimizar la labranza.
Para conocer el efecto de la reducción de la labranza en el norte del país, investigadores de Cimmyt y sus colaboradores han comparado la siembra de trigo con diversos manejos del suelo, tanto con labranza convencional como con camas permanentes, las cuales se forman en el año inicial del ensayo y después cada año solo se hace una reformación de los fondos, sembrándose directamente en las camas del año anterior.
En la plataforma de investigación Cajeme II (durante los ciclos otoño-invierno 2014-15 a 2022-23)la siembra de trigo en camas permanentes permitió reducir los costos de producción ($850 MXN por hectárea) e incrementar el rendimiento (0.7 t/ha).
Estos mayores rendimientos se tradujeron en mayores utilidades: mientras que con la práctica del productor —monocultivo, camas convencionales, incorporación de rastro- jo— se tuvo una utilidad de $25,285 MXN por hectárea, el trigo en camas permanentes con cobertura de rastrojo (con tres hileras) registró un rendi- miento de $30,629 MXN por hectárea.
Esta tendencia en favor de las camas permanentes se comprueba también con los resultados de la plataforma Navojoa que, durante los ciclos otoño-invierno 2011-12 a 2018- 19, registró un rendimiento del trigo en monocultivo en camas permanentes mayor que con labranza convencional en todos los años (con excepción del ciclo otoño-invierno 2015/16). En esta plataforma, en promedio, el rendimiento del trigo en camas permanentes fue 0.3 t/ha mayor que con labranza convencional.