Indignación por ataque a Catedral
HERMOSILLO, SON.- Un reducido grupo de mujeres con el rostro cubierto vandalizó la Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de la Asunción en Hermosillo, cuando estaba a punto de iniciar la misa más concurrida del domingo; al terminar la manifestación llegaron decenas de feligreses que comenzaron la rehabilitación del templo mientras en el interior rezaban para pedir por la paz.
Fue a las 19:00 horas cuando terminaba el mitin que se realizó en el quiosco de la Plaza Zaragoza, luego de la marcha en la que participaron unas tres mil mujeres que conmemoraban el Día Internacional de la Mujer, quienes pedían un alto a la violencia de género y justicia en los casos de feminicidio, cuando un puñado de las manifestantes arremetió contra el templo católico.
En el interior había alrededor de 200 personas, principalmente adultos mayores, mujeres y niños, quienes vivieron momentos de terror y angustia, hubo quienes estallaron en llanto y quienes sufrieron ataques de pánico, mientras en el exterior continuaban los gritos y las agresiones.
Mientras feligreses rezaban en el interior de la Catedral voluntarios pintaron las paredes dañadas con graffitis y pintaron puertas. (Ana Johnson / EXPRESO)
Entre seis a 10 jóvenes que estaban en el interior de la iglesia fueron quienes contuvieron a las manifestantes en el exterior al poner las bancas para atrincar la puerta, el vandalismo continuó por al menos una hora hasta que las inconformes se cansaron y se fueron, sin que ninguna autoridad llegara a atender la situación.
Alrededor de las 21 horas, a través de redes sociales y llamadas telefónicas, comenzaron a organizarse las distintas parroquias, diócesis y grupos pastorales, quienes llegaron para iniciar los trabajos de rehabilitación en la Catedral, que prácticamente quedó sin rastro del vandalismo.
Mientras algunos pintaban las paredes otros limpiaban con solventes los graffitis de vitrales, el piso y las puestas de madera, otros levantaban los escombros y reacomodaban las figuras religiosas que habían sido retiradas para evitar que las manifestantes las rompieran; además, repusieron algunos vidrios rotos por las inconformes.
En la Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de la Asunción se organizó una oración por la paz y el templo lució abarrotado por dentro y fuera del recinto; fueron más de mil feligreses quienes organizaron guardias ante el Santísimo; además, se ofició una misa especial y antes de la media noche la iglesia quedó sin rastro del vandalismo.
Así quedó la Catedral de Hermosillo luego de que jóvenes feligreses acudieron a limpiar las pintas que realizaron un grupo de mujeres que participaron en la marcha feminista.
Daniel Sánchez Dórame / EXPRESO.