Investigadora explica cómo Sonora se puso las ‘gafas violeta’
HERMOSILLO, SON.- En Sonora acciones como ‘el tendedero del acoso’, los lamentables casos de feminicidio y el hartazgo ante situaciones de abuso y violencia, contribuyeron a que el estado se sumara a la ola feminista que llegó a México desde 2010.
En el artículo ‘La década en la que todas nos volvimos feministas’, la investigadora del CIAD Gilda Salazar Antúnez, explicó cómo distintos hechos registrados a nivel nacional e internacional contribuyeron a que la semilla de este movimiento germinara en México y en la entidad.
La lucha de las madres con hijos desaparecidos en México y en el Cono Sur en los años setenta y ochenta del siglo pasado, y las denuncias de los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua, marcaron la pauta para las tomas posteriores de plazas y parques, explicó.
“Hoy podemos decir que el feminismo es revolución y que, gracias a quienes nos precedieron, es actualmente un fenómeno de masas, o cuando menos que su impacto es tal que incide en todos los niveles de la estructura social”, destacó.