Madre de Jesús Eduardo pide que apoyen las ventas de su hijo
NAVOJOA, SON.- Sin duda alguna la pandemia por el Coronavirus ha causado grandes estragos en el sistema de salud pública, la educación y obviamente la economía de muchos mexicanos se ha visto afectada, tal es el caso de Jesús Eduardo Torres Alatorre, un joven navojoense de 21 años, quien antes del Covid-19, vendía dulces en espacios públicos para costear sus medicamentos y sentirse útil.
Antes de las restricciones sanitarias, sobre todo, estrictas para las personas con comorbilidades, era común ver a Jesús Eduardo vendiendo dulces en el tianguis, restaurantes y taquerías, quien por su discapacidad de nacimiento, lamentablemente tiene un soplo en la válvula mitral, así como asma, tiroides, gastritis y disautonomía, lo que no le ha permitido seguir realizando su actividad comercial.
Estela Guadalupe Alatorre, madre de Jesús, comentó que su hijo es una persona carismática, amante de la música, con sueños firmes, como el de casarse, tener carro, casas y ocho hijos, pero desde que inició la pandemia su vida cambió completamente.
“Antes su vida era sin estrés, salía libremente a lugares de paseo, le encantaba ir a comer a restaurantes, jugar y salir fuera de la ciudad, ahora dice sentirse enfadado de estar encerrado, y lamenta no poder ir a vender dulces”, refirió.
La madre de Jesús detalló que el hecho de salir a ofrecer dulces, a su hijo le causaba satisfacción personal, se sentía útil porque sabía los ingresos que generaba tener un negocio.
“No sabe mucho acerca del significado monetario, lo único que entiende es que generar dinero puede satisfacer algunas de sus necesidades, no lo ve de manera financiera sino como un apoyo para comprar sus medicamentos y sus comidas favoritas”, argumentó.
Precisó que inicialmente comenzó vendiendo dulces en el tianguis, en un puesto de comida familiar, sin embargo, al ver la caridad de la gente, Jesús decidió emprender su pequeño negocio a otros lugares.
“El negocio fue iniciativa de mi hijo, un día que regresabamos del tianguis él comentó que quería vender por las tardes y noches, con su tía Gela, quien cobra cundinas en los puestos de Hot Dogs, taquerías y restaurantes, fue así que con apoyo de su tía, su pequeño negocio se fue ampliando”, relató.
Estela Guadalupe reiteró que ante la pandemia ya no pudo ir a vender, para protegerlo del virus, por lo que solicita apoyo de la ciudadanía para adquieran sus productos “Dulces Down” al número de teléfono 64-21-39-01-46.
“Todas estas personitas tiene un corazón puro y sincero, son muy fuertes, ha afrontado algunos problemas de salud y con toda la fe del mundo sale adelante, aún con sus discapacidades, no se limitan, ellos siempre tienen su sonrisa, reflejando en su cara la felicidad, que Dios me los proteja y bendiga, que sean muy apreciados y amados por su familias”, enfatizó.