Sonorense experimenta 3 años sin usar celular; esta es su experiencia
En plena era de la información, Oscar De La Cruz Rodríguez se ha despojado de los dispositivo móviles para convertirse en un “ermitaño digital”.
“Es como remontarse a esos momentos del fin de milenio, cuando apenas se introducía el uso de dispositivos móviles de comunicación a nuestra vida cotidiana”, compartió.
Recordó que empezó con este experimento en abril del 2019 antes de la pandemia, proyecto que inicialmente lo pensó por un año, sin embargo ya lleva tres años sin usar celular.
En aquel entonces todavía era una vida sin tanta inmediatez y sin la necesidad de depender tanto de un smartphone, dijo.
“Es como estar en un capítulo de 'dimensión desconocida' y sentir miradas que hacen notar su extrañeza, como diciendo ¿cómo es que este tipo no tiene celular en pleno 2020?”, expresó el profesor e investigador.
De La Cruz Rodríguez reveló que está escribiendo un libro donde plasmará precisamente esta experiencia y analizará si realmente los humanos deben de estar conectados 24 horas los 7 días de la semana.
Compartió que al principio se sufre un poco de ansiedad, pues es la costumbre de traer algo siempre en la mano o en los bolsillo, de inconscientemente voltear a ver cada 10 minutos o menos aunque no se tenga ninguna notificación.
Explicó que, poco a poco y con el paso de los días, la ansiedad disminuyó, además de no tener la presión de contestar o ver decenas de mensajes, la mayoría de las veces sin importancia, quitando una acumulación de minutos del día dedicándolos a leer o ver trivialidades.
“Estamos tan inmersos en la facilidad de tecnología que ya no visualizamos una vida sin celular, siendo que hace poco más de 10 años teníamos una vida sin smartphones y el mundo no se detenía sin ellos”, comentó.
“Se acaba la necesidad de subir algo a las redes sociales y evitar buscar la aceptación social mediante los likes, comentarios, visualizaciones o compartidas. Te reenfocas, muchas veces en instantes en los que uno navega por Internet puedes perder el enfoque de lo que se quería hacer desde un principio, desperdiciando tiempo valioso en lo que volvemos a encontrar nuestro enfoque”, manifestó.
Reflexiones tras tres años sin celularAlgunas de sus reflexiones es que no necesario estar conectado 24/7, y dejar de vivir en una especie de estado de emergencia constante, porque es una de las excusas, que es importante un celular por si se ofrece una emergencia, pero mientras llega, la latencia de consumir contenido trivial aumenta, abundó De La Cruz Rodríguez.
Agregó que sólo se comunica con su familias y amigos a través del teléfono de casa y sus correos o redes sociales sólo las consulta cuando esta en su hogar a través de una computadora de escritorio.
“Ahorita en esta etapa ya tengo tiempo queriendo volver a usar un teléfono, pero como que lo he ido posponiendo, pero la verdad me he acostumbrado”, agregó el también licenciado en Comercio Internacional.
Reveló que definitivamente sí regresará a utilizar celular, pues después de todo es una herramienta y, si es bien utilizada, el potencial de desarrollo es grandísimo.