"Sumisión química": proponen cárcel para quienes adulteren bebidas
En entrevista con el conductor y periodista Marcelo Beyliss, en el programa de Expreso 24/7, edición matutina, la diputada local por Movimiento Ciudadano lamentó que este tipo de actividades no tengan ni un nombre ni una penalidad, pues no hay en el Código Penal una tipificación que la sancione.
La diputada Rivera Grijalva compartió que, en su iniciativa de reforma, le dieron el nombre de "sumisión química" a la actividad de adulterar bebidas y alimentos con drogas, delito que proponen sea castigado con cárcel.
"Esta propuesta viene directamente del corazón de la ciudadanía. Muchas veces me platicaban de hijas, de sobrinas, de conocidas, de conocidas de conocidos, que habían ido a una fiesta, a un antro, y que se habían sentido anormalmente aletargadas. En muchos casos, su red de amigas la salvaron y se las llevaron a su casa; en otros casos lamentablemente no y se vieron violentadas", expuso.
Agregó que, a quien se le compruebe que cometió el delito de "sumisión química", recibiría una pena de 4 a 10 años de cárcel; si se trata de empleados del mismo establecimiento donde se cometió el crimen, un castigo de 6 a 15 años de prisión. Precisó que si se comete junto a otro delito agravante, por ejemplo, sumisión física o violación, tendría una pena más severa.
"Se castigará a quien, de manera subrepticia, por intimidación o con engaños, le da a otra persona, desde alcohol, narcóticos, hasta una lista larguísima de sustancias", señaló.
Advirtió que muchas de esas sustancias se encuentran en casa, pues algunos son medicamentos controlados que, mal utilizados, pueden someter químicamente a otra persona.
La iniciativa de reforma de la diputada Rivera Grijalva propone también una modificación a la Ley que regula los establecimientos que venden alcohol para que exista un protocolo de seguridad, esto para proteger a las víctimas de "sumisión química", y que los bares o antros proporcionen algún tipo de tapaderas para cuidar las bebidas, esto para evitar que haya víctimas.
"En Estados Unidos, si un joven o una joven siente que su bebida ha sido adulterada, que está siendo sometido químicamente, pregunta por 'Angela' y se despliega una serie de acciones para ayudarlo y salvaguardarlo. Necesitamos que nuestros establecimientos también tengan estos protocolos", expuso.
Sobre las tapaderas explicó que se trata de unas "tapas cuidadoras" para proteger los vasos, copas, o tazas, para que ningún tercero pueda colocar en las bebidas de los jóvenes sustancias dañinas.